nuestras luchas, nuestras alegrías y nuestras penas.
Concédenos a nosotros y a todos nuestros hermanos de trabajo,
pensar como Tú, trabajar contigo, vivir en Ti.
Danos la gracia de amarte con todo nuestro corazón,
con todas nuestras fuerzas.
Reina, Señor, en las fábricas, en las minas,
en los talleres, en el campo, en las oficinas
y en nuestros hogares.
Que las almas de los obreros que hoy se encuentran en peligro
permanezcan en tu gracia.
Y que los obreros muertos en el campo de honor del trabajo,
por la misericordia de Dios, descansen en paz.
Sagrado Corazón de Jesús bendice y santifica a los obreros.
Sagrado Corazón de Jesús venga a nosotros tu Reino
por los obreros cristianos.
Rey de los apóstoles, ruega por nosotros.
--ANÓNIMO.
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