martes, 20 de marzo de 2012

"LA PRESENCIA DE DOÑA MARÍA JULIA": CANTAR.

CANTAR: Formar con la voz sonidos melodiosos y variados.
                  Componer o recitar alguna poesía.
                  
En esta Reflexión Íntima, encontramos expuestas las dos acepciones principales del canto: armonioso y hecho poesía. La autora ha ido elaborando estas características y ha llegado al Espíritu que ha estimulado el canto indócil, inicial. 

Expresa el misterio de la vida: "Los que en lágrimas esparcen su semilla en gozo segarán. Se va, con lágrimas se aleja, el que lleva la simiente. ¡Ya viene!, con júbilo regresa, trayendo sus gavillas. (Salmo 126) 
                                    El editor.                 
                                                                              CANTA, cual lo hace el viento, el aire y las aves, al despertar la aurora; y la fuente al mecer sus aguas.

   Canta, así espantarás las penas que llevas en el alma, y se llenará de nuevas y gratas emociones tu humilde corazón -el que creías trunco-, pero que ahora late como si nada hubiera herido tu sentir.

   Canta, porque el canto es un estímulo profundo, que anima a seguir la marcha con paso firme y acompasado.

   Canta,  y verás que desde el momento en que tus labios se abren para dejar salir la voz, tu boca ya no maldecirá, ni podrá mentir. Ella sólo hablará de fiestas que nacen de lo profundo del corazón, impulsadas por suaves temblores que surgen del espíritu enamorado, y se deslizan por el cuerpo. Al pasar la voz por la garganta, se convierte en un canto risueño, milagroso, profundamente humano; que termina siendo divino.

   Canta, si vas por la vida buscando algo que perdiste, o si has salido en busca de alguien para darle tu ternura y tu cariño. Haz vibrar las fibras de tu corazón, cual cuerdas que arrancan al tiempo misteriosos arpegios. Que el órgano de tu garganta entone un himno cuyas notas puedan ahuyentar las zozobras. Oyendo tu propia voz, advertirás que no estás sola, porque con tu canto elevas un ruego a Alguien Poderoso, capaz de protegerte y darte fuerzas para seguir en pos de tu destino.

   Canta, si tienes que plantar en la vida una simiente. Hazlo como el labrador, que reserva sus canciones para el momento de la siembra y que, una vez efectuada, sigue canturreando hasta el momento fructífero de la cosecha.

   Canta, si te encuentras sola, porque tu voz sonará armoniosa en la soledad infinita de la noche, el viento la arrastrará consigo y quién sabe si encuentra un eco y así mitigues tu inmensa soledad.

   Canta, para que tu canto se eleve al Cielo como un incienso; y su aroma se esparza por la tierra y perfume a las almas que supieron escucharlo a pesar del bullicio y rechinar del mundo, con su amargo dolor y su insano placer.

   Canta, no importa que al comienzo tu canto suene indócil. Ya se irá dulcificando, y terminará por transformarse en algo melodioso y divino. Ha de ser porque lo estimuló un Espíritu y ha salido de un pecho humano que sólo ansiaba la paz y la felicidad.-

                  -- María Julia LUNA TIRADO DE CIUDAD.

1 comentario:

  1. La señora María Julia preparó su canto, que poco a poco se fue dulcificando, estimulada por el Espíritu, y se unió definitivamente al Coro Celestial, no ha muchos días. !Que en paz goce!

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