martes, 27 de marzo de 2012

"LA PRESENCIA DE DOÑA MARÍA JULIA": CAMINO.

                                                           
rRErREEERRRRR
                               CAMINO, largo o corto, pero siempre transitable.
Los pies saben del punto de partida, mas no del de llegada.
Camino, para cruzarte con los labios sonrientes o apretados.
Las plantas de los pies chorreando sangre, marcan huellas; flores trágicas que el polvo no logra borrar.
Camino que te embelleces con eucaliptos, sauces o cipreces, y te llenas de gente que corean Justicia y Libertad.
También, de duendes que pifian, y de tránsfugas, cuyos potros desbocados cabriolan sin cesar.
Camino que te alumbras con el sol que ilumina la fe, o con el fuego apasionado que calienta la ruta hasta hacer que la fiebre nos aloque  y nos conduzca al paroxismo suicida.
Camino recto, ancho, solitario. Camino, que te bifurcas en mil sendas que se tornan laberinto.
Cuántas veces nos perdemos sin haberte del todo recorrido.
Camino que te riegas con lluvia de los cielos y también con el rocío de los ojos.
Esta lluvia no alcanza a mojar al sauce dormilón que, resentido, a veces nos niega el alivio de su sombra; en tanto que el rocío horada surcos de dolor.
Camino claro, limpio, hermoso cuando la fe lo alumbra y lo alegra el amor.
Camino oscuro, cuando el odio se ha sembrado a su vera.
Muchas veces te transitan sin hallar un rumbo de reposo.
Camino, cuerpo de culebra que se ondula, ya te yergues, ya te hundes.
Hay que recorrerte con mirada inquisidora, paso lento, firme y sonrisa resignada.
Camino, largo o corto. 

Caminante que lo cruzas: si se empina, no descanses; llega a la cuesta. Si se bifurca, sigue la troncal; no lo indagues.
Si se oscurece, no te asustes; aviva tu fe y se alumbrará.
Caminante, si el camino está bloqueado y tiene rocas, dinamítalo; abre la ruta y sigue, aunque sea por la trocha: se hará camino real.
Caminante, no importa que el camino sea trocha, vía láctea, marginal. Es camino, y tú tienes que cruzarlo con paso firme, ágil, decidido. Nadie, nadie se escapa de recorrer el camino de la vida.
Caminante, si las zarzas te han herido ya, no llores, no reniegues, no maldigas. Sigue adelante y sonríele al camino de la vida.-

                            --María Julia LUNA TIRADO DE CIUDAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario