miércoles, 13 de diciembre de 2017

CANCIÓN DE LOS CINCO RÍOS / Ruyard KIPLING



CUANDO en el Paraíso, bajo el Árbol,
transcurrieron los cuatro grandes Ríos,
a un Hombre designó cada uno de ellos
como gobernador y como príncipe.

Mas cuando fue ordenado todo esto
(según las viejas fábulas nos cuentan),
la sombra de Israel acaeció al cabo
para que río alguno subsistiese.

Entonces, Él, el Totalmente Justo,
dijo por fin: “Sobre la hierba extiende
un puñado de polvo amarillento,
y transcurrir verás un Quinto Río,

que correrá más grande que los cuatro,
secretamente en torno de la tierra;
y guiará su secreto para siempre
a ti y a toda la gente de tu raza”.

Esto fue lo que dijo y lo que hizo.
Y en las profundas venas de la tierra,
y por mil manantiales mantenido,
que júbilo le dan a mercaderes

o minan el poder de los monarcas,
nació de esta manera el Quinto Río,
hasta pronosticarse fuera luego
del Oro la corriente misteriosa.

Mas Israel, habiéndose dejado
allí mismo su cetro y su corona,
quedóse pensativo en sus orillas,
donde las aguas brillan rumoreando

y ahondan en la tierra y anonadan
para encontrar una estación debajo.
Por esto nadie puede distinguirlo;
tan sólo el pueblo de Israel lo sabe.

Es el Señor del último, del Quinto,
del más maravilloso de los Ríos.
Él escucha su paso tenebroso
y su canción se encuentra entre su sangre.

Él puede conocer cuándo se agota,
pues sabe cuándo sécanse las fuentes,
detrás de los desérticos paisajes,
a millares de leguas hacia el Sur.

Puede decir que brotará, pues sabe
que a lo lejos las nieves se disuelven
por entre las laderas de las cumbres,
a millares de leguas hacia el Norte.

De lejos olfatea la sequía
igual que la llegada de las lluvias.
Él sabe lo que vale cada cosa
y se aprovechará de cada uno.

Como un príncipe solo y sin Espada,
lo mismo que un monarca sin su Trono,
Israel continúa su pesquisa.
Un forastero es en cada tierra,
pero, no obstante, es el señor de todas.

De ningún territorio es el monarca;
sin embargo, conserva el Quinto Río
el misterio de sus profundidades
para el Pueblo Elegido solamente,
como por el Eterno fue ordenado.

DE MI ÁLBUM
(Jordanien)





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