Me culpan, me llaman atolodrado. Sin duda tienen razón.
Terminó el día de feria, y todos los tratos están ya hechos. Y los que vinieron en vano a hallarme, se han vuelto, coléricod. Sólo espero al amor para entregarme al fin en sus manos.
LAS nubes se amontonan sobre las nubes, y oscurece. ¡Ay, amor'.
¿Por qué me dejas esperarte, solo en tu puerta?
En el afán del mediodía, la multitud me acompaña, pero en esta oscuridad solitaria, no tengo más que tus esperanzas.
Si no me enseñas tu cara, si me dejas del todo en este abandono, ¿cómo voy a pasar estas largas horas lluviosas?
Miro la lejana oscuridad del cielo, y mi corazón vaga gimiendo con el viento sin descanso.
DE MI ÁLBUM
(Jordanien)
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