domingo, 3 de diciembre de 2017

"EL REINO AHORA: CAOS". Cap. 18 / Tony PEREDA




BESOS Y COPOS DE NIEVE

   En uno de los salones, Papier se encuentra rodeado por Milun, Alysse y lod demás que luchan por la causa de Arturo.
   “Así que me perdí de toda la acción”/ exclama Papier boquiabierto.
 Milun asiente.
   “Estoy seguro que pronto escucharemos de ellos”.
 Columbio aprieta el puño.
   “Pero esta vez recibirán su merecido”.
 Janice toma la mano de Columbio.
   “Cálmate querido”. Voltea su mirada hacia Papier. “Y dinos, ¿dejaste algún amor en Crystland?”
 Papier sonríe.
   “De ninguna manera. El amor no está hecho para mí”.
   “Conozco esa sonrisa”/ responde Flere.
 Alysse se cruza de brazos.
   “La que debe estar entusiasmada de tu regreso es Rebeca”.
 Papier ensancha los ojos.
   “Creo que esta reunión ha concluido”/ observa Milun.
 Salen. Flere se acerca a Papier.
   “¿Estás seguro que no tienes nada que decir?”
 Papier se lleva la mano a la cabeza.
   “¿Es tan difícil de aceptar que durante este tiempo solo me dediqué a mis labores?”
   “No, pero se me hace muy extraño tu súbito regreso cuando parecías estar muy feliz allá”.
 Papier baja la mirada.
 En el corredor, Roger espera que Pedro esté a solas y se le acerca con una nota en la mano.
   “¿Y esto?”
 Pedro recibe la nota y lee.
   “Viene del circo”/ exclama él.

   En su habitación, Casey observa su reflejo en el espejo. Miccael ingresa.
   “Me informaron de tu regreso”.
 Casey asiente repetidamente.
   “Así es y no sabes lo bien que me ha hecho estar lejos”.
 Miccael luce sorprendido.
   “No me hagas caso. ¿Qué ocurre”/ agrega Casey.
   “Se trata de la Señora Caprise. Le hice saber que viajaría. Necesito de tu apoyo”.
 Casey sonríe.
   “Está bien, pero es necesario que averigues algo por mí”.
 Miccael asiente.

   En sus recámaras, la Reina Beatriz se reúne con la modista. Lleva puesto un vestido plateado.
   “Su Majestad, lucirá despampanante en su aniversario de bodas”.
 La Reina asiente.
 Papier entra y se deslumbra al verla.
   “Majestad. Creo que mis ojos no soportan tanta belleza”.
   “Conde, extrañaba vuestra simpatía”/ responde la Reina.
 La modista sale.
 Papier aclara su garganta.
   “Está demás decirle que cuenta con la admiración de todos en vuestro reino”.
   “Crystalnd…siempre está conmigo”.
   “Me dijeron que el Rey quería verme, pero no he logrado dar con él”.
 La Reina sonríe.
   “Últimamente el Rey ha encontrado la caza como pasatiempo. Le haré presente su visita”.
 Papier asiente sin quitarle la mirada.
   “Espero se divierta mucho esta noche, Conde”/ agrega la Reina.
 Papier hace una venia y sale.
   “Nuevamente ese extraño latido en mi corazón”/ dice para sí.
 En eso Rebeca se acerca. Papier la mira sorprendido.

   La Señorita Pía y Broderick dan indicaciones a Alysse y a los demás criados. Milun observa a Alysse. Pedro se acerca.
   “Solo puedo contar contigo”/ dice él.
 Milun luce sorprendido.
 Pedro extrae de su bolsillo la nota.
   “Camil me la ha enviado. Cree que esta adivina sabe cómo encontrar a Clara”.
 Milun toma el papel y lee.
   “Solía trabajar en el circo. Debo acudir cuanto antes”/ agrega Pedro.
   “Conozco esta ciudad. Está a una horas de aquí”.
   “Esta noche será la ocasión perfecta”.
 Milun niega con la cabeza.
   “Me es imposible acompañarte con esto del aniversario”.
   “Iré solo. Necesito que los demás no sospechen, sobre todo Flere”.
 Milun lo observa boquiabierto.
   “Podría ser peligroso para ti”.
 Pedro respira hondo.
   “¿Hasta cuándo todos dejarán de tratarme como un niño”/ exclama él.
   “Está bien. ¿Pero por qué quieres mantener a Flere al margen de todo esto? Pensé eran amigos”.
   “No está de acuerdo conmigo. Creo que pierdo mi tiempo”.
   “Entiendo”/ responde Milun.

   En el pasillo, Rebeca no le quita a Papier la mirada de encima.
   “Hasta que finalmente se atreve a dar la cara…”/ exclama ella.
 Papier frunce el ceño.
   “Antes de partir no hacías más que vitarme. ¿Bajo qué fundamento te expresas hacia mí de esa manera?“
 Rebeca ensancha los ojos.
   “Nuestro Conde ha de haber encontrado algo muy interesante que lo mantuvo ocupado todo este tiempo”.
   “Veo tu fastidio, mas no pienso darte ninguna justificación de mis acciones”/ responde Papier con determinación.
 Rebeca asiente.
   “Ya veo… después de todo no me equivoqué con usted”.
   “Soy lo que soy. Concuerdo con vuestro pensamiento”.
   “¡No es más que un cínico!”/ grita Rebeca.
 Papier se acomoda el sombrero y camina de largo. Rebeca acude detrás de él, pero en eso Casey la toma del brazo con fuerza.
   “¿Cómo habéis atrevido a usurpar tu identidad?, Señorita Dana”.
 Rebeca permanece inmóvil.

   En el vestíbulo, Alysse y Milun se encuentran.
   “Luces muy atareada. Espero tengas la oportunidad de disfrutar esta noche”/ dice Milun.
 Alysse respira hondo.
   “Con todo lo ocurrido, no me queda más que disimular”.
   “Lo haces muy bien”.
 Milun acaricia el rostro de Alysse. Alysse baja la mirada.
   “Lamento quitarte tu tiempo”/ agrega Milun.
 Alysse sonríe.
   “Te veré esta noche”.
 Milun asiente.
 Alysse camina. La Señorita Pía se acerca a Milun con ojos de hormiga.
   “¿Pero cuál es tu juego”/ exclama ella.
   “Si te refieres a Rebeca…”
   “No lo niegues. Estoy más que segura que algo se traen”.
 Milun sonríe.
   “Solo te diré que el que burla, al final sale burlado”/ dice la Señorita Pía con tono enfurecido.
   “Extrañaba oírte así”.
 La Señorita Pía se marcha.

   En el pasillo, Rebeca intenta zafarse.
   “Don Casey, no sé de lo que me habla”.
 Casey se ríe.
   “Y todavía tienes el descaro de negarlo. Tomaste mi emblema y fuiste a ver a mi mujer haciéndote pasar por una narradora”.
 Rebeca respira hondo.
   “Está en un error. Todo este tiempo sólo me he dedicado a mis labores domésticas”.
 Casey libera el brazo de Rebeca.
   “Estuviste fuera unos días. Pero como no quieres colaborar con la verdad, en este mismo momento haré que te echen de Palacio”.
 Rebeca se arrodilla.
   “Se lo suplico, no lo haga”.
   “No hay manera”.
 Rebeca voltea llena de temor.
   “Está bien, se trata de la ‘Reina”.
 Casey luce sorprendido.

   En sus recámaras, la Reina Beatriz se coloca el collar de diamantes.
 Alysse y janice sonríen.

  
   En su habitación, Casey observa el documento de compra del collar y golpea el escritorio con su puño. Rebeca lo observa asustada.
   “Maldita sea la Reina…”/exclama Casey.
   “Don Casey, se lo suplico, permanezca calmado”.
 Casey sonríe.
   “Es lo que he hecho desde que puse pie aquí. Pero esta noche desenmascaré a esa golfa”.
   “No es el momento. Sería su palabra en contra de la Reina”.
 Casey se acerca a Rebeca amenazante.
   “Por su culpa mi mujer está tras las rejas. Moveré cielo y tierra hasta que todos comprueben la verdad”.
 Rebeca se toma de las manos.
   “Si tan solo hubiera la manera de demostrar que la Reina se atrevió a hospedar a su amante todo este tiempo”/ dice ella.
 Casey toma a Rebeca del cuello.
   “Me pregunto, ¿Cuál es tu interés con todo esto?”.
 Rebeca hace a un lado la mano de Casey.
   “Justicia”/ grita ella.

   Momentos después, en el patio inferior, un carruaje espera por Pedro.
 En eso Flere y Roger se acercan.
   “Jamás te perdonaré por perderme el baile de la Reina”/ dice Flere.
 Pedro los mira muy sorprendido.
   “¿Qué hacen ustedes aquí?”
   “Vinimos a acompañarte”/ responde Flere.
 Roger asiente.
   “¿Pero cómo Milun se atrevió a traicionarme?”/ exclama Pedro.
   “No creo que pedir ayuda por un amigo sea traición”.
 Pedro niega con la cabeza.
   “Debes entender que cuentas conmigo a pesar de no estar de acuerdo algunas veces”/ agrega Flere.
 Flere y Roger entran en el carruaje. Pedro se encoge de hombros.

   En el salón de bailes, el Rey y la Reina realizan su tradicional baile ante los aplausos de los presentes. Alysse aplaude efusivamente. Milun la observa.
 Papier aplaude como hipnotizado. A su lado, Janice mira a todos lados.
   “Me pregunto, ¿dónde estará Flere?”
   “Estuvo por aquí hace un momento”/ responde Columbio.
 Los músicos tocan otra melodía. Columbio lleva a Janice hacia la pista de baile.
 Milun observa a Alysse y se imagina bailando con ella.
   “¿Y por qué no?”/ dice Milun para sí.
 Milun se acerca a Alysse, pero Papier se adelanta.
   “¿Bailamos?”/ pregunta Papier.
 Alysse asiente y toma la mano de Papier. Milun se detiene.
 Papier gira a Alysse.
   “Veo que dominas más tus movimientos”/ exclama él.
   “En su ausencia pasaron muchas cosas”.
 Casey ingresa y dirige su mirada hacia la “Reina. Miccael se le acerca.
   “Afortunadamente la Señora Caprise creyó mis palabras”.
 Casey asiente.
 Entre los invitados una elegante joven de silueta de avispa y largas cejas se acerca a Miccael.
   “He oído hablar de usted. Pensaba que andaba de viaje”/ dice ella.
 Miccael la mira sorprendido.
   “Soy la Condesa de Jesti”.
 Miccael besa su mano.
   “Encantado”.
   “Pierda cuidado. Diré que jamás lo vi por aquí”.
 Miccael sonríe.
   “Disfrutando de esta velada”.
 La Condesa asiente.
   “No es mi lugar favorito, pero…”
   “¿Vino acompañada?”/ exclama Miccael.
   “Podría decirse que sí”.
 Miccael extiende su mano.
   “¿Gustaría bailar?”
 La Condesa mira hacia la pista de baile.
   “No dispongo de mucho tiempo. ¿Por qué mejor no me muestra el Palacio?”
 Miccael luce sorprendido.

   Pedro, Flere y Roger caminan por uno de los barrios más descuidados de la aldea de Chandler.
   “¿Estás seguro que es aquí”/ exclama Flere.
 Pedro se detiene frente a una puerta y observa la nota nuevamente.
   “Por lo que Milun me indicó, hemos llegado”.
   “No me gusta para nada este lugar”/ observa Flere.
 Pedro golpea la puerta. La puerta se abre por sí sola.
 Roger retrocede.
   “¿Hay alguien aquí”/ grita Pedro.
   “¡Adelante!”. Se escucha la voz afónica de una mujer.
 Pedro, Flere y Roger ingresan a una desordenada habitación iluminada por muchas velas. La sombra de una mujer con las manos sobre la mesa toma forma. Pedro avanza hacia ella.
   “Busca a Aída, la adivina”.
 El rostro algo arrugado de la mujer  se revela. Lleva el cabello recogido con un paño.
   “Viniste a mí en el mejor momento”.
 Pedro agacha la cabeza.
   “Necesitaba verla cuanto antes”.
 Aída observa detenidamente a Flere y a Roger.
   “Cuánta oscuridad detrás de esa máscara”/ comenta Aída.
 Roger toma la mamo de Flere.
   “Mis amigos. Están aquí por mí”/ responde Pedro.
   “Y usted está aquí por una muchacha, una joven muchacha”.
 Pedro luce sorprendido.

   En el salón todos brindan en nombre del Rey y la Reina. Casey bebe de golpe. Alysse se le acerca.
   “Has estado callado desde tu regreso”/ dice ella.
 Casey sonríe.
   “Si crees que mi visita a Britta tiene algo que ver te equivocas”.
   “¿Entonces?”
   “Simplemente no deja de sorprenderme la ceguera en la que todos hemos ca’[ido”.
 Alysse baja la mirada.
   “Veo que Britta ha tratado nuevamente de convencerte”.
   “Alysse querida. Espero Milun esté contigo cuando abras los ojos”.
 Casey se marcha. Milun se acerca a Alysse.
   “Creería haber escuchado mi nombre”.
 Alysse niega con la cabeza.
   “Luciste espectacular en la pista. Vuestros pies no han defraudado”/ agrega Milun.
 Alysse sonríe.
   “Necesito pedirte algo”
   “Adelante”/ responde Milun.
   “Me preocupa mucho Casey. Temo el ver a Britta lo ha afectado bastante”.
 Milun baja la mirada.
   “Te pido cuides de él. No es mala persona”/ agrega Alysse.
   “Veré qué hago”.
 Alysse toma la mano de Milun.
   “Gracias por ser buen amigo”.
 Alysse se marcha.
   “Amigo”/ balbucea Milun para sí.

   En su habitación, Miccael acaricia el rostro de la Condesa de Jesti quien descansa sobre su pecho.
   “Es usted muy bella”/ exclama él.
   “Y usted muy buen amante”.
 Miccael sonríe.
   “Una de las cualidades de no haber crecido noble”/ agrega la “Condesa.
   “Aun así, por mis venas corre la misma sangre del Rey”.
 La Condesa se levanta y se coloca el vestido.
   “Además eres muy gracioso…”
   “Pero ¿adónde vas?”
   “Debo darme prisa. Mi esposo se debe preguntar dónde me he metido”.
   “¿Esposo?”
   “El Conde de Jesti. Deberías aprender más del linaje”.
 Miccael permanece boquiabierto.
   “Pero ¿te atreves a…”
   “¿Usarte?’/ responde la Condesa con una amplia sonrisa. “Por lo que me dijeron, discreción es una de tus cualidades”.
 Miccael niega con la cabeza.
   “Me olvidaba”.
 La Condesa arroja unas monedas sobre la cama y sale.

   Aída revela siete cartas sobre su mesa. Pedro observa confundido.
   “Veo oscuridad, animales…muerte”.
   “Debo encontrar a Clara. Dígame dónde se encuentra”.
 La adivina recoge las cartas.
   “No se puede hallar  a quien no quiere ser hallado”.
   “Debe haber una forma”/ suplica Pedro.
 Aída extiende su mano hacia Pedro.
   “Mano izquierda”.
 Pedro observa a Aída acariciar la palma de su mano. Aida cierra los ojos y de golpe retira su mano.
   “Es terrible. Será mejor que vuelvas a casa”.
   “Pero…”/ balbucea Pedro.
   “No hay nada que pueda salvarla”.
 Flere se acerca.
   “Necesitamos saber su paradero. No hemos venido a oír malos presagios”.
 Aída se levanta de su asiento.
   “No oculto la verdad. Nada me costaría revelar lo que he visto”{.
 Pedro baja la mirada.
   “Jamás podría dormir tranquilo, al saber el daño que sufre esa muchacha. Sea lo que sea dígamelo”.
 Aída golpea la mesa.
   “Muchacho ingenuo. Una taberna, vuestra dama se encuentra en una taberna, rodeada de borrachos, suciedad y…peligro”.
   “Una taberna…debemos ir por ella”.
   “Cálmate”/ exclama Flere.
 Pedro saca de su bolsillo unas monedas de oro.
   “Jamás cobraría a los amigos de un amigo”/ dice Aída enfadada.
 Pedro se inclina hacia ella.
   “Muchas gracias”.
 En la calle, Flere y Roger rodean a Pedro.
   “Necesitamos ir por los otros”/ observa Flere.
   “No hay tiempo; para la mañana ya han de haberse marchado”
   “¿Acaso piensas ir de taberna en taberna?”
   “Lo haré así sea necesario”/ responde Pedro con determinación.
 Flere asiente.
   “iré contigo”. Voltea su mirada hacia Roger. “Ve  e informa a los demás”.
 Roger baja la mirada.

   En su habitación, Milun toma una cantimplora dispuesto a beber.
   “No lo haré”/ dice para sí.
 En eso, entra Rebeca cubriéndose el rostro.
   “No sabes lo terrible que ha sido…”
 Rebeca descansa su cabeza en el rostro de Milun.
   “…El muy cínico se atrevió a admitir que sólo jugaba conmigo”.
 Milun la abraza.
   “No le hagas caso. Eres muy bella persona”.
 Rebeca mira a Milun fijamente.
   “¿En verdad lo soy?”
   “Claro que sí”.
   “Demuéstrame que es verdad. Hazme tuya”.
 Milun luce sorprendido.
   “No podría. No deseo hacerte daño”.
 Rebeca besa los labios de Milun.
   “Qué importa. Ya no existe nada más que me lastime”.
 Milun la aparta. Rebeca toma la cantimplora y bebe.
   “Si es por Alysse…pierde el tiempo con ella”.
 Milun baja la mirada. Rebeca extiende la cantimplora hacia él.
   “Nadie tiene por qué enterarse”.
 Milun recibe la cantimplora y bebe de golpe. Rebeca sonríe.

   En su habitación, Papier se dispone a descansar. Un criado llama a la puerta.
   “Mensaje para usted, de Crystland”.
 Papier asiente y recibe la carta. Luego de ver el nombre del remitente la arroja en un cesto donde otras cartas esperan ser leídas por él.

DE MI ÁLBUM
(Jordanien)





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