EL CRISTAL ROTO
Si el cristal se rompió
¿de quién fue la gran culpa?
No dirán que del agua,
que venciendo el peso aéreo, ebulló
dándose a él en una nueva forma.
Otra causa es la que puso el agua hirviente
en el rosado vaso hasta hacerle reventar.
Es claro
¿Quién niega que el amor hacia la vida
no es, al fin, sino el ansia de la muerte?
Si hay dulzura en dormirse cada día
¿qué dulzura mayor,
que dormirse en buen día eternamente?
¿Y entonces?
Es que todos a la vida se nos trae sin querer:
nadie deja su no ser de puro gusto, para venir a ser.
Esa es la Historia.
La vida es sólo el salto de la Nada hacia la Nada.
FICCIÓN
Hoy se me ha dado por hacerme el muerto,
con esa ingenuidad de cualquier otro,
que sabiéndose muerto se hacel vivo...
Y todo sólo por saber qué manos
cavarán con amor mi sepultura
el día aquel
en que, a pesar de estar de veras, muerto,
sabiendo morir, yo nunca muera...
Sábelo enterredor,
que el día en que yo caiga, a ciencia cierta,
cavarás hondo
y tan hondo,
que habiendo mucho que enterrar de mí,
sobrará tierra.
Con esa tierra forjarás un muro
y cercarás mi tumba
para impedir que los marranos osen;
mientras llega el momento de mi resurrección.
¿Qué de dónde el viento soplará
para operar ese virtual milagro?
¿De dónde puede ser,
si no del vértice de mi propio corazón?
DE MI ÁLBUM
(Jordanien)
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