lunes, 1 de junio de 2015

HOMBRES DE CIENCIA : Jan INGEN-HOUSZ



Para el observador ocasional, la relación que existe entre las cosas vivientes parecer ser obra del azar. Sin embargo, bajo la aparente confusión existe un sistema de equilibrio y compensación, menos en los casos en que el hombre o las circunstancias lo han alterado temporalmente.


   La base de la organización de las cosas vivientes es el proceso conocido como “fotosíntesis”, palabra derivada de los fonemas griegos que significan luz y reunión.


   Fotosíntesis es el proceso fundamental de la vida en virtud del cual las plantas verdes convierten elementos químicos simples inorgánicos en substancias complicadas e inestables que son el origen de todos los alimentos, tanto vegetales como animales.
  
   Es una “jungla” científica de realidades, solamente unas cuantas de las cuales son conocidas aún hoy día. Los científicos están todavía tratando de resolver los misterios de fotosíntesis que quedan por despejar.

   Jan Ingen-Housz (1730-1799) fue otro de esos grandes aficionados a las ciencias que durante los siglos XVIII y XIX desempeñaron papeles tan predominantes en el desenvolvimiento de las ciencias modernas.

   Estudió medicina en varias de las más prominentes escuelas de medicina del mundo, inclusive la de Edimburgo, y se convirtió en experto –o especialista como se diría hoy día—en vacunas contra las viruelas. Fue designado médico de la corte de la familia real de Austria, los Hapsburgo, familia que padeció mucho más que la mayoría de la temida enfermedad.

    Ingen-Housz con frecuencia suspendía temporalmente su práctica de medicina y parte del año 1778 lo pasó en Inglaterra, realizando más de 200 experimentos que son hoy fuente y razón de su fama y renombre.

    Con esos experimentos demostró, según palabras de él mismo, que las plantas verdes o “vegetales” tienen el poder de “purificar a la luz del sol el aire corriente” y de “perjudicar” el aire en ausencia de luz.

   Su notable ensayo fue en gran parte ignorado por sus contemporáneos pero hoy las ciencias comprenden que Ingen-Housz fue el verdadero creador del estudio de la fotosíntesis.

    Demostró con sus experimentos que las plantas verdes despiden oxígeno a la luz del sol y anhídrido carbónico por la noche o a la sombra; en realidad, observó la clorofila, que es la substancia que da a las plantas su color verde.

    He aquí uno de los experimentos de Ingen-Housz, tan sencillo que cualquier persona puede hacerlo: “Se coloca una ramita de hierbabuena dentro de una vasija llena de aire que ha sido viciado por respiración de forma que apaga una vela; se expone luego la vasija a la luz del sol, que en tres horas “corrige” el aire de manera que la vela puede nuevamente permanecer encendida dentro de ella”.

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