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sábado, 24 de enero de 2015
ADIÓS AL DIRIGENTE CAMPESINO FRANCISCO CARRANZA / Francisco Javier CARRANZA ROMERO
El 14 de enero de este año recibimos (Carlos Manuel y Alejandro) un e-mail de Francisco Javier con su acostumbrado Asunto: "Choledades" del modo siguiente: "Apreciados amigos: les envío algo que escribí en homenaje a mi hermano Pancho, el que nos dio el ejemplo de lucha en todo lugar y momento. El 22 de enero parto a Caraz donde celebraremos la reunión familiar y visitaremos la chullpa (mausoleo) familiar. Haremos lo posible para unir las dos dimensiones. Un abrazo fraterno a ustedes dos".
Después de transmitirle nuestro pesar por lo sucedido, le ofrecí publicar este homenaje tierno y varonil /del hermano menor atento, también, del resurgimiento de su Comunidad.
Los entendidos dicen que "los extremos se unen", en alusión a los dos Panchos, por la estrategia de la seducción: conquistan por la atracción y el encanto. Los dos Panchos en una ayuda perenne a los demás hermanos. Por ellos, un Mario en Corea, Ana lo mismo pero ya con el fruto de sus primeros trabajos de las hijas de Pancho J., Ayra y Ñusta. Prácticamente, ninguno de los dos fallaron. También por la cercanía y sencillez se unen los extremos. Lo he comprobado en mi pequeña familia: Rita y Pancho, aún con las mismas vocaciones / la música. Concluyendo: "No hay Pancho malo".
Dentro de pocas horas le dirá: "Hermano, descansa, por favor".
En la tarde del día de la Navidad, desde Caraz (capital de la provincia de Huaylas, debajo del nevado Huandoy, Perú) me llega la noticia por teléfono e internet que mi hermano mayor ha fallecido el 25 de diciembre de 2014 a las 11.50 am. bajo el luminoso y cálido sol andino. Y yo, en Toronto (Canadá) en esos días, comparto el dolor de mi familia desde la lejanía. Entonces recuerdo la vida de mi hermano mayor, más conocido como Pancho Carranza.
¿Qué pasa cuando nace un niño en el campo?
Un niño campesino nace porque le llega la hora de nacer. Aunque su casa sea una casucha con techo de paja hay un ayllu (comunidad) que lo recibe con amor. Como testigos tiene a toda la naturaleza: cerros, ríos, animales, plantas, sol, estrellas, viento… Por eso, cuando crece va comprendiendo el amor de su familia y de su comunidad. Además, día tras día explora la naturaleza, y cuanto más la conoce, más la ama y así aprende a respetarla hasta que llega a llamarla patsa mama o pacha mama (madre natura). El campesino, por esta temprana experiencia, no será fácilmente comprendido por el citadino que ve a la naturaleza sólo como un objeto para ganar dinero. Recuerdo a un presidente peruano que en 2009 llamó ignorantes a los nativos de Bagua (región de Amazonía) que protestaron pidiendo más respeto a su naturaleza. De verdad, ¿quién es el ignorante?
El dirigente campesino Pancho Carranza nació en el caserío de Quitaracsa (Áncash, Perú) el 11 de octubre de 1929, y desde la infancia exploró su entorno natural, por eso llegó a amarlo con emoción y razón. Él, cuando su esposa fue a laborar a Santa Cruz, fue el organizador de la Comunidad Campesina de Santa Cruz en la década de 1970 y el que se esforzó por el cumplimiento de la Ley de la Reforma Agraria bajo el principio: La tierra es para quien la trabaja. Por esta causa fue odiado, acusado y enjuiciado por algunos terratenientes acostumbrados a vivir de la labor ajena; ellos no se inscribieron como comuneros, respondieron prepotentes: “Nosotros no nos mezclamos con los indios”. “No nos igualamos a los cholos”. Los cargos que le imputaron fueron: instigador, perturbador del orden social y bandido. Por las relaciones y presiones de los terratenientes perdió el juicio en las instancias provincial y departamental. Pero, gracias a los buenos asesores del Ministerio de Agricultura apeló a la Corte Suprema de Lima donde ganó el juicio. Los comuneros santacrucinos celebraron la victoria con el reconocimiento de mejores productores de cebada y trigo a nivel nacional. Mientras Pancho Carranza luchaba en el campo y en las salas del Poder Judicial, sus hijos y dos hermanos menores peleaban en las aulas de los centros educativos donde fueron reconocidos.
También recordé que en las décadas de 1980 y 1990 retornó a Quitaracsa, nuestro pueblo natal, donde fue el presidente que solicitó la posta médica, un colegio de educación secundaria y un teléfono público, construyó canales para irrigar los pastizales y comenzó la arborización en varias áreas… Tuvo discrepancias con los comuneros violentos porque se opuso a tomar los caminos. ”El camino es un bien común, y todos tienen el derecho de transitar”, fue su argumento. En 2013 la Municipalidad Provincial de Huaylas le concedió el diploma y la medalla de ciudadano honorífico, el primer campesino que recibió este reconocimiento.
Si yo, el hermano menor, no mencionara estos hechos nadie sabría sobre la trayectoria del dirigente campesino Pancho Carranza. Por toda su vida dedicada al servicio de sus hermanos campesinos él no desaparece con su muerte, vive en la memoria de los santacrucinos y quitaracsinos.
¿Qué pasa cuando muere un campesino?
Los familiares y amistades lo acompañaron hasta el cementerio al son de la banda de músicos que tocaba huaynos y pasacalles… Así se ha marchado Pancho Carranza a la otra región transparente desde donde contempla la historia de sus hermanos campesinos. Wauqi, kananqa, shuutarillay: Hermano mío, ahora, descansa, por favor.
(Por seguir el calendario católico él fue llamado Francisco. Y yo, por la misma razón, fui llamado Francisco Javier. Mi padre, cuando nos juntamos para celebrar sus cien años, nos dijo entre la broma y la seriedad: Ustedes tuvieron el mismo nombre por si uno se ausentaba el otro tomara el cargo de defender a la comunidad).
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