George Bauer, conocido por la historia con el
nombre de “Agrícola” y el “padre de la mineralogía”, fue hombre de múltiple
distinción. Obras de este hombre de ciencia, nacido en Alemania en 1490, fueron
traducidas al inglés por un presidente de los Estados Unidos: Herbert Hoover.
Agrícola fue hombre de mentalidad precoz,
como tantos hombres de grandes conocimientos, y participó con entusiasmo de las
nuevas disciplinas que caracterizaron el Renacimiento en el centro y el norte
de Europa.
Cuando sólo contaba 20 años fue nombrado
profesor de griego de la Universidad, o “gran escuela” de Zwickau, Alemania, y
dos años más tarde fue ascendido al mismo profesorado en el centro docente,
mucho más famoso, de Leipzig.
Allí, además de dar clases de griego,
estudió medicina, física y química. Después de pasar algún tiempo en Italia,
donde alcanzó el doctorado, Agrícola volvió a Alemania para practicar la
medicina en la región de Joachimstal, un valle que había adquirido importancia
como centro industrial minero y de fundiciones.
Al tratar profesionalmente a los vecinos del
valle, Agrícola fue interesándose más y más, gradualmente, en la fascinación de
los mineros. Estudió minas y
mineralogía. En 1528 comenzó a publicar libros y folletos, resultado de
sus observaciones en las minas y en las fundiciones de la zona de Joachimstal.
Sus trabajos constituyen el primer intento
hecho por catalogar los minerales dentro de un sistema lógico y científico y
muchas de las palabras que él usó han llegado hasta nuestros días y son de uso
corriente. Unas cuantas de ellas son “blenda”, “fluorita” y “cuarzo”.
También
dio el nombre de “basalto” a las rocas negras vidriosas después de fundidas,
tomando la palabra de una descripción del naturalista romano Plinio. Su primera
obra fue la que tradujeron el Presidente Hoover y su esposa.
Sus libros llevaron su nombre por todo el
Santo Imperio Romano y el soberano de Sajonia le otorgó una pensión. Agrícola
se trasladó después a Chemnitz, el centro minero más importante de la Europa
Central. Allí fue designado médico municipal y burgomaestre, pero se vio
envuelto en los cambiantes de la Reforma y perdió su popularidad.
Agrícola se consoló refugiándose en los
minerales. En los años siguientes publicó otros libros, culminado su obra en
1550 con “De re metallica”. Es un sistema completo de mineralogía y metalurgia,
ilustrado y con un Apéndice y un Glosario.
Pese a ser considerado el ciudadano más
prominente de Chemnitz, no fue enterrado allí por haber permanecido fiel a su
vieja religión. Murió en 1555 después de un violento debate sobre cuestiones
religiosas.
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