jueves, 9 de julio de 2015

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA


DE "LAS MÁS BELLAS ORACIONES DEL MUNDO"

OH DIOS, has ordenado
que ningún hombre
permanezca ocioso,
danos la gracia de emplear
todas nuestras habilidades
y facultades en el servicio
que se nos ha encomendado;
que cualquier cosa
que debamos hacer,
podamos hacerla
con nuestra fuerza.
Que podamos continuar         

alegremente por el camino
que nos has marcado,
sin desear verdaderamente
que sea llano o más amplio;
sino que buscando
diariamente nuestro camino
por medio de Tu luz,
podamos confiarnos a Ti,
fuente de alegría,
y en  encomendarte
el resultado de nuestra
jornada, cantando canciones
de alabanza mientras proseguimos.
                   Martineau.

VENTANA AL MUNDO:
PORTUGAL















JARDÍN DE EUROPA A LA VERA DEL MAR
POR ANDRÉ VISSON

 FUE EL diminuto Portugal cuna de algunos de los grandes navegantes del mundo: Gomes, de Gama, Magallanes, que en los siglos XV y XVI  descubrieron la mayor parte de las tierras, entonces desconocidas, de África, América y Asia. Sin embargo, Portugal tuvo que esperar mucho tiempo para ser descubierto por los trotamundos; porque hasta después de la primera guerra mundial los grandes exploradores de los tiempos modernos --esto es, los turistas americanos y europeos--  no habían dado con el camino que lleva "al jardín de Europa junto al mar".

   De la vía que utilice uno para llegar a Lisboa --capital de Portugal y uno de los puertos más bellos del mundo-- dependerá la primera impresión que le cause el país. Si llega en trasatlántico, desembarca en una pintoresca ciudad del siglo XVIII. La inmensa plaza que da al puerto está rodeada de edificios relativamente modernos construidos para oficinas de gobierno. Los antiguos palacios que se alzaban allí fueron destruidos por un terremoto. En el fondo, las siete colinas de Lisboa, salpicadas de palacios, iglesias y viviendas, ofrecen una sinfonía de colores al pastel: azul tierno, ocre pálido, malva paloma, amarillo miel, rojo sandía. El conjunto resulta un escenario tan perfecto para representar una ópera antigua, que uno se sorprende al ver el moderno tránsito de automóviles regulado por guardias de casco blanco.

   Si llega uno en avión, desciende en un Portugal del siglo XX. Todo es moderno, claro espacioso.

   Si uno llega de España, en automóvil o en tren, entra en el verdadero "Portugal viejo" y ve la personalidad específicamente distintiva del país.

   La frase "Jardín de Europa junto al mar" no es mera imagen poética. El 90 por ciento de los 90 600 kilómetros cuadrados está cubierto de verdura, gracias a la humedad de los vientos del Atlántico. Crecen en esta tierra más de 2700 variedades de árboles, arbustos y flores. Plantas nativas del norte de Europa florecen junto a las de los países mediterráneos y hasta las del norte de África; pero hay casi un centenar que únicamente pueden hallarse aquí.
(Una de las cosas más difíciles de encontrar en Portugal es, sin embargo, una floristería. Como están rodeados de flores, los portugueses no sienten necesidad de comprarlas).

   Uno de los rasgos nacionales de los portugueses es la agradable cortesía al estilo del Viejo Mundo, que tan rara es ahora en los países de Europa.

N.B. La foto extra grande es de Sinsicap, lugar al que ha sido destacado Luis Oliva Briceño, el Señor Guardia, quien nos hace partícipes de su impresión a través de su facebook.

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