domingo, 5 de febrero de 2017

VALLEJO. CASALDÁLIGA


César Vallejo, publicó en Lima sus dos poemarios Los Heraldos Negros (1918) con poesías que si bien en el aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva y Trilce (1922) obra que significa ya la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial.

LOS  HERALDOS NEGROS

¡Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé!
Golpes como el odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma…Yo no sé.

Son pocos, pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las  crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre… pobre… ¡pobre! vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé!

      César Vallejo




YO ME ATENGO A LO DICHO

A la justicia,
a pesar de la ley y de las costumbres,
a pesar del dinero y de la limosna.

A la humildad,
para ser yo, verdadero.

A la libertad,
para ser hombre.
Y a la pobreza,
para ser libre.

A la fe, cristiana,
para andar de noche.
Y, sobre todo, para andar de día.

Y, en todo caso, hermanos,
yo me atengo a lo dicho
a la Esperanza!


      Pedro Casaldáliga

DE MI ÁLBUM


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