DE: ORACIONES SIGLO XX
“AMOR SIN
BARRERAS”
Señor: Hoy
vengo a rezarte con las primeras palabras de una canción, que rueda por el
mundo entero a la velocidad de cuarenta y cinco revoluciones por minuto. Como
son muchas las letras que giran en microsurcos sobre millones de tocadiscos, te
diré que me refiero a esa que dice así:
“Hablemos del amor una vez más, hablemos del amor, que es toda la verdad de
nuestra vida”.
Sí, Señor,
quisiera hablarte del amor una vez más. Tú sabes que te hablo continuamente de
esta realidad incrustada en el corazón de la vida humana, ya que el hombre no
puede prescindir de amar, como no puede dejar de respirar.
Pero Tú
sabes, Señor, mejor que nadie, que muchas veces nuestro corazón no funciona
bien, por insuficiencia de amor o por lesiones más o menos graves, hasta la
última del odio, que es un amor al revés. También nuestros pulmones, hechos
para el oxígeno, se vician a veces de anhídrido carbónico.
Señor,
hablemos del amor, que es toda la verdad de nuestra vida humana. Te ruego que
enseñes a amar a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros novios, a
nuestros esposos, a nuestros profesionales, a nuestros subalternos, a nuestros
superiores, a nuestros gobernantes, a los prójimos cercanos y lejanos.
Señor,
hablemos del amor, que es toda la verdad de nuestra vida divina. Recuérdanos
que la caridad es el corazón del cristianismo, el alma de tu verdadera
religión.
Rafael de Andrés.
DOM. XXXI DEL
TIEMPO ORDINARIO
No imiten a
los maestros de la Ley
“Entonces
Jesús habló al pueblo y a sus discípulos de esta manera:
Los maestros
de la ley y los fariseos ocupan el puesto de Moisés. Hagan y cumplan todo lo
que dice, pero no los imiten, ya que ellos enseñan y no cumplen. Preparan
pesadas cargas, muy difíciles de llevar y las echan sobre las espaldas de la gente,
pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas…
Que el más
grande de ustedes se haga servidor de los demás. Porque el que se hace grande
será rebajado, y el que su humilla será engrandecido”. Mateo, 13, 1-12
Jesús enseña
que no todo el proceder de los escribas y fariseos es malo, pues les valora su
capacidad de estudiar y enseñar la Ley, pero advierte a sus discípulos que no
se pueden conformar con el simple conocimiento de las prescripciones judías,
sino que ellas han sido dadas al pueblo de Israel, para lograr la armonía y
equilibrio en sus relaciones sociales. Es decir, Jesús les insiste que la
praxis debe estar estimulada por el servicio a los demás, sin esperar a cambio
honores, favores o privilegios, sino establecer vínculos de fraternidad que
nace del mismo momento en que consideramos a Dios como el Padre del Cielo, o de
lo contrario caen en apariencias e incoherencias.
DE MI ÁLBUM
(Quillabamba)
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