sábado, 25 de noviembre de 2017

EL REINO AHORA: CAOS. CAP 16 / Tony PEREDA





LA FUNCIÓN DEBE CONTINUAR

   En el Palacio, Casey encuentra a Alysse desmayada. Intenta reanimarla sin éxito.
   “¡Ayuda, necesito ayuda!”/ grita Casey.
 La Señorira Pía y dos guardias se acercan.
   “¡Dios mío!”/ exclama ella.
 Casey coloca su mano en el cuello de Alysse.
   “De prisa. Su vida peligra”.
 Los guardias levantan a Alysse.

   En el circo, el horrorizado público decide abandonar la función. En la arena, Aníbal extiende sus brazos.
   “Esperen. Todo esto es parte de la función”/ grita él.
   “¿Acaso no te das cuenta de la gravedad de lo ocurrido?”/observa Geraldyn.
 Geraldyn se acerca a Glauco. Glauco permanece con la mirada ida.
   “¡No puede ser verdad…!”/ exclama él.
   “Vamos, debes descansar”.
 Milun, Columbio y los demás artistas se acercan. Milun coloca su mano sobre uno de los tigres.
   “Fueron envenenados…”
 Aníbal, Geraldyn, Glauco y los demás lucen sorprendidos.
   “…Un salvaje crimen”/ agrega Milun.
 Glauco se acerca a Milun, muy enfurecido.
   “Eres tú, quien está detrás de todo esto”.
 Zamir y Timocti lo detienen.
   “¡Basta!”/ grita Geraldyn.
 Aníbal observa los asientos vacíos.
   “¡Es el fin!”

   Janice y Roger esperan fuera de la habitación de Alysse. Roger permanece con la cabeza gacha.
   “¿Qué le pudo haber pasado?”/ exclama Janice.
 La Reina Beatriz llega acompañada por la Señorita Pía.
   “¿Alguna noticia?”/ pregunta la Reina.
 Janice niega con la cabeza.
   “Os aseguro que no es nada malo. Alysse es una mujer muy fuerte”/ observa la Señorita Pía.
 Casey sale de la habitación y saluda a la Reina.
   “Díganos, Don Casey, ¿cuál es el estado de Alysse?”
   “No se sabe aún. El Doctor Batista ha tratado de todo”.
 La Reina y Janice se miran preocupadas.

   Al día siguiente, Milun sale de su carpa y encuentra a Geraldyn sentada frente a una fogata. Milun cubre la espaldea de Geraldyn con una manta.
   “Te congelarás si sigues aquí”.
 Geraldyn intenta sonreír.
   “Me causa mucho pesar todo esto. Pero como dice Aníbal, la función debe continuar”/ agrega Milun.
   “Ahora que Glauco se ha marchado, me pregunto ¿quién será el siguiente?”/ observa Geraldyn.
 Milun baja la mirada.

   En la Iglesia La Madre de Todos, Arturo se reúne con Broderick y Roger. Arturo no puede esconder  la preocupación en su rostro.
   “No sé qué pensar. Alysse, una joven llena de vida…”
 Broderick asiente.
   “Tengo fe que pronto se recuperará”/ agrega Arturo.
   “No quiero ser pesimista. Pero todo esto me parece muy similar a lo ocurrido a Milka”/ opina Broderick.
   “Quizás sea necesario informar a Milun”.
   “¿Y echar nuestro plan a perder?”
   “He vivido lo suficiente como para ver que todo triunfo se convierte en derrota”/ responde Arturo con determinación.

   En la arena, Milun toma a Geraldyn de la cintura y la levanta.
 Geraldyn extiende los brazos. Milun tambalea.
   “Control. Imagínate que somos un solo ser”/ dice Geraldyn.
 Milun se mantiene firme.
 Geraldyn recibe el trapecio y sujeta sus manos. Miloun extiende sus brazos y observa a Geraldyn elevarse.
 Cerca de ellos, Timocti lleva una vela en su boca, produciendo una inmensa ráfaga de fuego.
   “¡Ahora!”
 Timocti arroja la llama de su boca y crea un arco de fuego. Columbio asiente y libera a dos terneros. Los terneros corren por un entablado de madera y saltan el aro de fuego.
 Fausto y Damián los observan.
   “¿Qué te parecen los nuevos?”/ pregunta Damián.
Fausto acaricia una de los círculos de su barba.
   “No están nada mal”.
 Damián se ríe.
   “Con el tiempo, hasta podrían ser parte del proyecto”/ observa él.
   “Con el tiempo…”/ responde Fausto.
 Fausto se aleja. Camil se acerca, acompañado por Flere y Pedro, quienes visten harapos.
   “Señor. Estos jóvenes solicitan trabajo. Trabajo es lo que quieren”/ dice Camil.
 Damián observa a Flere y a Pedro de pies a cabeza.
   “¿Y para qué son buenos?”
 Flere reconoce al instante a Damián.
 Milun y Columbio, desde sus respectivos ensayos observan a Flere y a Pedro.
   “Permítame mostrarle”/ responde Flere.
 Flere y Pedro se toman de las manos y con las piernas arqueadas se desplazan por debajo de manera sucesiva.
   “Pero qué vergüenza”/ exclama Damián.
   “Lo siento, señor. Somos tan solo unos pastores”.
   “Queremos ganarnos la vida decentemente”/ opina Pedro.
   “No sé qué decir. Ahora que recuerdo debemos deshacernos de esos tigres”.
 Flere y Pedro se miran.
 Una de las contorsionistas, una mujer alta de cabello recortado, se acerca.
   “Ya no puedo más con esta chiquilla”/ exclama ella.
   “Pero, Kira, ¿qué ha sucedido ahora?”/ responde Damián.
 Una muchacha de delicada figura y desaliñado cabello, solloza.
   “Lo siento… fue sin querer”.
   “Siempre es lo mismo. No perteneces a este lugar”/ grita Kira.
 Pedro se acerca a la muchacha.
   “Tranquila”.
 Kira toma a Damián de la camisa.
   “Si no la sacas, te las verás conmigo”.
 Kira se marcha. Damián toma aliento.
   “Señor, le prometo que…”
   “No prometas. Me arrepiento de haberte contratado”/ responde Damián.
 La muchacha se cubre el rostro.
   “No le hagas caso”/ dice Pedro. “Es su labor ser exigente”.
   “Quizás tengas razón y no sirva para esto”/ responde ella.
   “De ninguna manera”.
 La muchacha y Pedro se miran. Pedro queda impactado con ella.
   “¿Y quién eres tú?”
   “Pedro…y ¿usted?”
   “Clara…todos deben conocerme como Clara”.
 Pedro asiente.
  En el Palacio, Janice observa a Casey sentado en una silla fuera de la habitación de Alysse.
   “¿Pasó la noche aquí?”
 Casey asiente.
   “¿Se sabe algo?”
   “Nada aún”/ responde Casey.
 El Doctor Batista abre la puerta.
   “Ha despertado. Es necesario que descanse”.
 Los ojos de Janice brillan de alegría.
   “Qué buena noticia”.
 Casey se levanta y mira al doctor con mala cara.
   “¿Cómo que debe descansar? Si se ha pasado toda la noche así”.
   “Mi Señor, Alysse se encuentra muy confundida. No está lista para ser interrogada”/ responde el doctor.
   “Gracias, doctor”/ dice Janice.

   En el circo, Flere y Pedro arrastran uno de los tigres hacia una fosa.
   “Jamás me imaginé que algún día llegara a esto”/ exclama Flere.
   “Yo estoy acostumbrado. En la guerra, mover cuerpos era cosa de todos los días”.
 Flere traga saliva de golpe.
   “Debemos darnos prisa. Si no nos perderemos la función. Quiero ver la situación de esa muchachita”/ agrega Pedro.
 Flere gira los ojos.
   “Vamos, no me digas que no te parece bella la tal Clara”.
   “Hemos venido aquí en una misión. Así que no te hagas ideas”/responde Flere.
 Pedro suspira.
   “Es la muchacha más bella que he visto”.

   En una de las carpas, Geraldyn acaricia la pierna de Milka, quien aún permanece en cama.
   “Lo importante es tu recuperación”/ dice Geraldyn.
 Milka baja la mirada.
   “¿Qué más nos espera?”
 Camil y Milun ingresan. Geraldyn observa a Milun, sorprendida.
   “¿Qué hace Milun aquí?”
 Camil se encoge de hombros.
   “Insistió que era importante. Importante insistió él”/ responde Camil.
   “Lo siento, tenía dudas de nuestra función”/ interviene Milun.
 Milka mira a Milun de pies a cabeza.
   “¿Y este buen mozo?”
   “Es uno de los nuevos”/ responde Geraldyn.
   “Me parece algo familiar”.
 Milun respira hondo.
   “No creo mi fama haya llegado hasta aquí, aún”/ comenta Milun.
 Milka continúa observándolo.
 Columbio y Timocti sentados frente a una fogata comparten un lechón asado.
   “No quiero parecer entrometido, pero me gustaría saber qué piensas de lo ocurrido”.
 Timocti mastica lentamente.
   “El demonio… son las manos del demonio”.
   “¿Pero quién, sospechas de alguien…?”/ exclama Columbio.
   “…O de algo…”/ responde Timocti.

   En su habitación, Alysse permanece acostada. Abre los ojos y oye un extraño cántico”.
   “Ram Serp, Ave Lin” “Ram Serp, Ave Lin
 Alysse se cubre las orejas.
 En el circo, Robbit ingresa en la carpa de Milka.
   “Dense prisa. Aníbal quiere verlos”.
 Geraldyn asiente. Toca la mano de Milka.
   “Volveré enseguida”.
   “En un momento los alcanzo”/ responde Milun.
 Geraldyn sale acompañada por Camil y Robbit.
 Milka y Milun se miran. Milun retira el turbante de su cabeza.
   “Deberás mantener mi identidad en secreto”.
   “¡Milun! ¡Lo sabía!”/ exclama Milka, muy sorprendida.
 Milun se coloca el turbante.
   “Estábamos preocupados por ti. Decidimos asegurarnos que estés bien”.
 Milka niega con la cabeza.
   “Será mejor que se marchen. Corren peligro aquí”.
   “Ya es tarde. Con todo lo ocurrido es obvio que algo suceda”.
   “Es verdad. Es un milagro que esté viva”.
 Milun se acerca a Milka.
   “Pero entonces, ¿por qué aseguraste a Roger que todo está bien?”
   “Lo lamento. Creo que Fausto controla mi mente”.
 Milun respira hondo.

   Rebeca entra en la habitación de Casey con una bandeja de alimentos.
   “La Señorita Pía me pidió que la atienda. Debe estar muy cansado”.
   “Déjala por ahí”/ responde Casey, “No tengo hambre”.
 Rebeca coloca la bandeja sobre una mesa. Eleva la mirada y observa con atención el retrato de Britta en una de las paredes.
   “¡Qué hermosa!”/ exclama Rebeca.
 Casey dibuja una sonrisa en su rostro.
   “¿Es una cantante?”/ pregunta ella.
   “Es mi esposa”/ responde Casey con determinación.
   “Es una mujer muy bella. ¿Y por qué no la he visto por aquí?”
   “Si me disculpa, es mejor que se retire. Debo descansar”/ contesta Casey, enfurecido.
   “Como usted diga, señor”.
 Rebeca observa sobre la mesa un emblema real y lo toma.

   En una de las carpas, Aníbal se reúne con todos los artistas. Entre ellos Columbio, Flere y Pedro.
   “Os aseguro que por más que traten de sabotear nuestra función, no lo lograrán. Por años el circo de Remis ha bridado alegría. Y nos esperan muchos años más de entretenimiento”.
 Fausto asiente. Columbio lo observa.
   “Y pobre de aquel, quien esté detrás de todo esto. A pesar que todos somos una familia, me dolerá mucho tener que tomar medidas drásticas”/ agrega Aníbal.
 Los artistas aplauden. Milun ingresa. Aníbal lo observa.
   “¿Y dónde andaba usted?”
   “Me había perdido”/ responde Milun.
   “Deberás aprender a llegar a tiempo cunado lo ordene”.
   “Sí, Señor”.
   “Ahora todos, volved a trabajar”/ grita Aníbal.
 Los artistas se retiran. Columbio se acerca a Milun.
   “¿Dónde te metiste?”
   “Estaba con Milka, ya sabe de nosotros”/ responde Milun.
   “¿Pero cómo?”
 Fausto se acerca a ellos.
   “No me he presentado aún. Soy Fausto. Me impresionan sus habilidades”.
 Milun y columbio sonríen.
   “Le agradezco. Es un gusto conocerlo”/ responde Columbio.
 Fausto mantiene su mirada en los ojos de Columbio. Luego mira hacia Milun, pero Milun lo evita.
   “Buen día, señor”
 Milun se retira.

   Janice ingresa en la habitación de Alysse y ve que está despierta.
   “Cielos, no sabes lo preocupada que estaba”.
 Alysse sonríe.
   “Me alegra verte. Me duele mucho la cabeza”/ responde Alysse.
   “No te esfuerces. El doctor ha pedido que descanses”.
   “¿Pero qué sucedió? ¿Por qué estoy aquí?”
 Janice baja la mirada.
   “Sufriste un desmayo. Pasaste mucho tiempo inconsciente”.
   “¿Un desmayo?”/ pregunta Alysse.
   “Casey te encontró en el piso. No debes preocuparte”.
 Alysse entrecierra los ojos.

   De noche, en el circo, la función ha comenzado. En la arena, Kira y un grupo de doce contorsionistas, tomadas de las manos desplazan sus cuerpos hasta formar la figura de una estrella. Entre ellas, Clara, trata de seguir el ritmo de sus compañeras.
 Detrás del telón, Pedro la observa.
   “Vamos, confía en ti”/ exclama Pedro.
 Las contorsionistas dan vuelta rápidamente a excepción de Clara, quien cae apoyada con las manos. El público aplaude, mostrándose compasivo con ella. Kira mira a Clara muy enfurecida.
 Clara se levanta y junta las manos con sus compañeras.
   “¡Así se hace!”/ grita Pedro.
 Kira y su grupo agradecen al público y se retiran. El público aplaude.
 En eso, Timocti golpea unos tambores y del suelo, una plataforma empieza a ascender. En ella Geraldyn, con un vestido de plumas blancas, abre los brazos. Milun, con indumentaria de color rojo toma su mano. El público ovaciona.
   “¿Listos?”/ grita Geraldyn.
 En eso, sostenida de un trapecio, Geraldyn se eleva y mueve su cuerpo al ritmo de los tambores. En la arena, Milun la observa emocionado.

   En su habitación, Alysse es atendida por Rebeca.
   “Me alegra verte mejorada”.
   “No sabes lo inútil que me siento”/ responde Alysse.
   “Ya verás que en unos días, la Reina volverá a contar con su Dama de Honor”.
 Alysse sonríe.
   “A propósito, se me encargó esta mañana de atender al Señor Casey”/ agrega Rebeca.
   “Casey…qué pena con él… me contaron que permaneció fuera de mi habitación toda la noche”.
   “Qué noble de su parte”/ responde Rebeca. “Por lo poco que conversamos, el Señor Casey  extraña mucho a su esposa”.
 Los ojos de Alysse se ensanchan.
   “Algún día, se dará cuenta  del error que comete”.
   “Si no me equivoco, me comentaste que se atrevió a atacar a la Reina”.
 Alysse asiente.
   “¿Y qué sucedió con ella?”/ exclama Rebeca.
   “Fue llevada a un monasterio algo así. Sacarla del palacio es lo mejor que hicieron”.
 Rebeca sonríe y observa hacia los vestidos de Alysse.

   Al terminar la función, Geraldyn se acerca a Milun.
   “Hiciste un buen trabajo”/ dice ella.
   “Mi participación no significa nada. Vuestro público te adora”.
   “Ya veo que Aníbal no se equivocó contigo”.
 Miliun sonríe.
 Clara se acerca a Kira.
   “Pido me perdone, yo…”
 En eso Kira la abofetea.
   “No eres más que una torpe”.
 Clara se cubre el rostro y solloza.
   “Eres una vergüenza”/ agrega Kira.
 Pedro se coloca al medio de ellas.
   “No es motivo para que la trates así”/ comenta Pedro. “El público se mostró de su lado”.
 Kira lo mira, enfurecida.
   “¿Y quién te ha dado permiso para que te entrometas en mis asuntos?”
   “Lo hago porque no me gusta el abuso”.
 Kira levanta la mano.
   “Te enseñaré a…”
   “¡Baja la mano!”/ grita Fausto.
 Kira baja la mirada.
   “En este circo todos somos una familia. Así que será mejor que cambies esa actitud”/ observa Fausto.
 Kira pisa con fuerza.
   “Si van a sacar la cara por una niña torpe, prometo que me marcharé”.
   “Como verás, no hay nadie tratando de detenerte”/ responde Fausto.
   “¿Y quién desea permanecer en esta porquería de circo?”
 Kira se retira. Clara corre hacia los brazos de Fausto.
   “Señor, yo le juro que…”
   “Oh, qué importa”/ responde Fausto.
 Pedro sonríe. Flere se acerca.
   “Estuviste a punto de echar todo a perder”.
   “Jamás permitiría que nadie haga daño a Clara”/ responde Pedro.

   En la cocina, Rebeca se acerca a la Señorita Pía.
   “Señorita, disculpe la molestia. Últimamente no me he sentido bien. Me gustaría tomarme el día de mañana”.
 La Señorita frunce el ceño.
   “Alysse aún no se ha recuperado. Pero por fortuna hemos asignado nuevas doncellas. Anda y descansa”.
   “Gracias, señorita”.
   “Pero que sea la última vez”.
 Rebeca sonríe.

  
   Al día siguiente, en la arena, Milun y Geraldyn practican su actuación. En eso Geraldyn cae en los brazos de Milun. Se miran el uno al otro.
En una de las carpas, Clara flexiona las piernas detrás de la cabeza.
Pedro ingresa.
   “Lo siento, no deseaba interrumpir”.
 Clara se levanta.
   “No te preocupes. Además debo agradecerte por defenderme de Kira”.
 Pedro baja la mirada.
   “Quizás exista la manera de mostrar retribución”.
 Clara lo mira, sorprendida.
   “Aceptando caminar conmigo”/ agrega Pedro.
 Clara sonríe.
   “Lo siento. Debo mejorar mi actuación”.
 Pedro asiente.

   En el Palacio, Janice se encuentra en la habitación de Roger. Roger le muestra una caricatura de ella y Columbio. Janice suspira.
   “Espero que Columbio y los demás estén bien. No me gusta que hayan partido así de repente”.
 Roger baja la mirada.
   “¿Ocurre algo?”/ exclama Janice. “¿Existe algo que deba conocer?”
 Roger dibuja la imagen de un circo.
   “¿Un circo?... ¿Acaso se trata del circo de Remis?”
  Roger asiente.

   En su arpa, Clara se prepara para salir. Entra Fausto.
   “Pero qué cambiada luces. En verdad veo en ti una exitosa artista, hasta mucho más que Geraldyn”.
   “Gracias, señor”.
   “No hay nada qué agradecer. Eres tú quien nació con ese don”.
 Clara sonríe.
   “Formas parte de esta familia. Y con mucho placer me gustaría ayudarte”/ agrega Fausto.
   “Ruego lo haga. A veces me siento inservible”.
 Fausto acaricia su rostro.
   “Todos tenemos esas dudas. Pero sólo por tratarse de ti….”
 Fausto extrae de su abrigo una pequeña botella.
   “…He decidido compartir contigo…el proyecto”.
 Clara recibe la botella y observa su contenido rojizo.

   Mientras tanto en el Monasterio de las Hermanas de la Soledad, Britta lleva a su boca un poco de puré. Britta escupe.
   “Detesto esta comida…exijo una mejor atención”.
 Un guardia ingresa.
   “Les juro que mi esposo, el Amo Protector del Reino, les hará pagar por todo este abuso”.
   “Tiene visita”/ indica el guardia.
 Britta emocionada se arregla el cabello.
   “Mi querido Casey…”
 Rebeca ingresa. Lleva el cabello recogido y uno de los mejores vestidos de Alysse. Con diferente acento se dirige hacia Britta.
   “Buen día, soy Dana, una periodista interesada en vuestro testimonio”.
 Britta luce sorprendida.

DE MI ÁLBUM 
(Jordanien)





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