miércoles, 22 de noviembre de 2017

EL REINO AHORA : CAOS, Cap. 15 , Tony PEREDA



NOCHE DE HORROR

   En la aldea de Chandler, los aldeanos preparan decoraciones en honor a la fiesta de la cosecha.
 En la Iglesia La Madre de Todos, Arturo se reúne con Milun, Columbio, Flere, Broderick, Pedro y Roger.
   “Insisto…la mirada de ese hombre es muy peligrosa”/ exclama Broderick.
   “No deberíamos darle tanta importancia al tal Fausto. A pesar de todo, su labor es entretener”/ responde Milun.
 Columbio flexiona los brazos.
   “No sé qué pensar. Al parecer Roger comprobó que Milka se encontraba en buen estado”.
 Broderick niega con la cabeza.
   “Aún no logro recordar nada de nuestra conversación. Si no creen importante mi preocupación, allá ustedes”.
 Flere se acerca Pedro.
   “Lo importante es saber lo que Roger piensa”.
 Roger baja la mirada.
 Arturo asiente y lo mira directo a los ojos.
   “¿Deseas que continuemos con el plan de Columbio y así verificar si lo que dijo Milka es cierto?”
 Roger asiente.
   “Muy bien, hijo”/ agrega Arturo.
 Milun frunce el ceño.
   “Claro y creen que el circo me contratará por mi linda cara”.
   “Al parecer están desesperados por contar con nuevos empleados”/ responde Broderick.
   “No hay maner5a de discutir con ustedes. Pero ya verán que cuando llegue al circo esos cretinos me reconocerán al instante”.
   “Tendrás que deshacerte de esa barba. El cabello recogido y un turbante harán de ti otra persona”/ observa Pedro.
 Columbio sonríe.
   “No serás el único. Por algo no usaré como excusa esta inesperada celebración fuera de Frezzia, y así poder acompañarte”.
 Flere aprieta los puños.
   “De ninguna manera. Ustedes dos son siempre los que se llevan todo el crédito”.
   “No creo que necesiten más payasos”/ opina Milun.
   “¡Por favor, basta¡”/ exclama Arturo. “Si Flere cree que su presencia ayudará debemos dejarlo decidir”.
   “No es mala idea. Juntos pensaremos en algo”/ observa Pedro.
 Milun respira hondo
   “¿Y Janice?”/ exclama Columbio.
   “Usaremos tu excusa. Diré que a última hora decidiste invitarnos”.
 Arturo se acerca a Roger.
   “Pronto no existirán más preocupaciones. Ahora debes regresar a Palacio”.
 Roger asiente.

   Los sirvientes decoran los balcones del Palacio Real con coloridas calabazas y verduras. Alysse los observa con la mirada ida.
   “Nuevamente, este día…”/ dice para sí.
 Casey se acerca.
   “Hacía mucho tiempo que no te veía”.
 Alysse sonríe.
   “Entiendo que su trabajo lo mantiene ahora muy ocupado”/ responde ella.
   “Créame que siempre tendré tiempo para usted”.
 Casey toma la mano de Alysse y la besa.
   “Espero verla mañana durante la celebración”/ agrega él. “Y así disfrutar de vuestra compañía”.
 Alysse asiente.

   En sus recámaras, la Reina  Beatriz observa a Janice, quien sostiene un elegante vestido adornado de rosas color naranja.
   “No cabe duda que lucirás muy bella en éste”/ exclama Janice.
   “No lo sé. Preferiría algo más brillante”/ responde la Reina. “Algo similar al vestido de mi retrato”.
 Janice luce sorprendida.
   “Pero si conseguimos algo así, necesitarás algo que adorne tu cuello”.
   “Eso déjamelo a mí”/ dice la Reina con determinación.
 Flere ingresa.
   “¿Y tú, ya pensaste que te vas a poner mañana”/ pregunta Janice.
   “No estaré. Columbio me ha pedido lo acompañe”.
 Janice niega con la cabeza.
   “Pero si me dijo que Milun iría con él”.
   “Columbio ha extendido la invitación. Incluso Pedro irá”.
 La Reina luce preocupada.
   “¿Algo malo?”
   “Al contrario. Este reconocimiento por parte de las aldeas del Norte es muy importante para Columbio”.
   “Qué bueno puedan acompañarlo”/ observa la Reina.
 Janice baja la mirada.

   En uno de los pasillos Milun se encuentra con Rebeca.
   “Estaré fuera por unos días. Necesitaba informarte”.
 Rebeca baja la mirada. Milun la toma de las caderas.
   “Espero a mi regreso sea otro tu semblante”/ agrega él.
   “Es fácil decirlo, deberías imaginar cómo te sentirías si de la noche a la mañana te convertirías en un simple empleado”.
 Milun gira los ojos.
   “Créeme que siempre estoy preparado para todo”.
 Rebeca niega con la cabeza.

   Cerca de ellos, Janice y Columbio permanecen abrazados.
   “No me gusta todo esto”/ dice ella.
   “Sólo será por unos días. En verdad me gustaría que estés a mi lado, pero…”
 Janice sonríe.
   “No hacen falta las explicaciones. Debes prometerme que estarás bien”.
   “Prometido”.
 Janice y Columbio juntan sus labios.

   Al día siguiente, muy de mañana, en su habitación Milun se mira frente al pequeño espejo. Hasta él mismo no se reconoce sin su barba y bigote. Columbio ingresa.
   “Debemos darnos prisa”.
 Milun se coloca un turbante color turquesa.
   “Vaya, eres otro”/ agrega Columbio.
   “Todo esto es culpa tuya”.
 Milun y Columbio caminan por el pasillo principal. Rebeca les da el encuentro. Milun agacha la cabeza.
   “Buen día, Señor Columbio”/ dice Rebeca.
 Rebeca pasa de largo sin reconocer a Milun. Columbio sonríe.
   “Parece que tu nueva imagen funciona a la perfección”/ opina Columbio.
   “Si continúas, con el rostro lleno de moretones te será difícil maquillarlo”.

   Al atardecer, en la aldea de Chandler, los aldeanos colocan verduras alrededor de un enorme muñeco de paja. En eso, un muchacho vestido con una capa negra y una máscara de pico de ave corre hacia ellos con los brazos extendidos.
   “¡Feliz cosecha!”
 Los aldeanos corres despavoridos.
 El muchacho ingresa a un callejón y se encuentra con Flere, quien lleva puesto una larga melena.
   “Ya estarás contento”/ dice Flere.
 El muchacho se descubre el rostro y resulta ser Pedro.
   “Creo que con ese cabello no necesitas disfraz para asustar”/ observa Pedro.
   “Basta de tonterías. Milun y Columbio ya deben haber llegado al circo”.
   “Qué importa. Tenemos hasta mañana para disfrutar de nuestra libertad”.
 Flere niega con la cabeza.

   En el salón de los nobles, los invitados esperan la llegada del Rey y de la Reina. Casey ingresa y Miccael se acerca.
   “Debes ayudarme. Creo haber cometido un grave error”.
 Casey lo observa sorprendido.
   “¿Ves a esas mujeres?”
 Casey observa hacia un grupo de doncellas.
   “Todas ellas se han acercado a mí con propuestas indecentes”/ agrega Miccael.
   “¿Pero qué estás hablando?”
   “Se trata de la Señora Caprise. Al parecer no pudo mantener discreción de nuestro encuentro”.
   “¿No me digas que…?
 Miccael asiente.
   “Llevaba mucho tiempo solo y…”
   “Deberás afrontar las consecuencias…”/ exclama Casey con determinación.
 En eso la Señora Caprise se acerca.
   “¡Bombón!,  ¿Dónde estabas metido?”
 Miccael  y Casey sonríen.
 El heraldo anuncia la presencia de Sus majestades. El Rey y la Reina entran y bajan por las escaleras tomados de las manos. La Reina lleva un vestido dorado y en su cuello el hermoso collar de diamantes. Todos los presentes observan fascinados a la Reina.
 Rebeca observa a la Reinas, sosteniendo una bandeja de bebidas.
   “Disfruta…mientras puedas”/ dice para sí.
 Alysse y Janice entran al  salón. Broderick se acerca.
   “¿Y Roger?”/ exclama Janice.
   “Decidió permanecer en su habitación”/ responde Broderick.
   “No lo juzgo”/ observa Alysse.
 Janice toma la mano de Alysse.
   “Sé que detestas mucho este día, pero trata de disimular”.
 Alysse asiente.

   Milun y Columbio se acercan a la carpa principal del Crico de Remis. Columbio tiene la cabeza afeitada y argollas en las orejas.
   “Te pareces a uno de esos matones que nos atacaron la otra vez”/ observa Milun.
   “Guarda silencio”/ susurra Columbio.
 Desde la entrada, Timocti los observa.
   “Ahí está el de la cabeza emplumada”/ opina Milun.
 Timocti se acerca.
   “¿Qué se les ofrece?”
 Columbio traga saliva de golpe.
   “Quizás necesiten ayuda. Para lo que sea…”
   “Hemos trabajado en circos durante años”/ dice Milun con una voz suave.
 Timocti niega con la cabeza.
   “Este lugar no es para aficionados”.
   “Le pedimos una oportunidad. Nos gustaría ver a la persona a cargo”/ ruega Milun.
   “No les garantizo nada. Pero a ver qué dice Aníbal”.
 Milun y Columbio se miran.

   En el salón de los nobles, tres comediantes con sus respectivas máscaras de animales actúan ante el Rey y la Reina. La Reina Beatriz sonríe. El Rey Aidan toma su mano.
   “Luces muy bella. Juraría que el brillo de vuestro collar se asemeja al de los pendientes de mi familia”.
 La Reina baja la mirada.

   Timocti hace pasar a Milun y a Columbio a la carpa principal. Los artistas del circo los observan. Entre ellos Geraldyn, Camil, Robbit y Zamir.
   “Esperen aquí”/ indica Timocti.
 Columbio respira hondo.
   “Y ahí está el otro”/ dice Milun.
 Columbio observa a Zamir y baja la mirada.
 Timocti y Aníbal se acercan.
   “Así que desean trabajo, ¿Y para qué son buenos?”
 Milun y Columbio se inclinan.
   “Señor, vuestro prestigio es conocido por todos los reinos. Hace un tiempo trabajé como trapecista. Ahora estoy a su disposición”/ responde Milun.
 Aníbal observa a Milun detenidamente. Milun baja la mirada.
  “Eres bajo. No creo seas de gran ayuda”.
 Aníbal toma un bastón y se lo lanza a Milun.
   “Sorpréndeme”/ agrega Aníbal.
 Milun observa el bastón e imagina una espada.
   “Debo hacerlo”/ dice para sí.
 Milun lanza el bastón y corre hacia él girando su cuerpo con las manos en el suelo. Se levanta y recibe el bastón con la mano derecha.
 Los artistas aplauden.
   “No está nada mal”/ opina Aníbal.
 Milun agradece.
   “Quizás con un poco de entrenamiento podría reemplazar a Hadriel”.
   “De ninguna manera”/ se escucha entre la multitud.
 Un muchacho esbelto con el pecho descubierto y arnés de cuero se acerca.
   “Este circo es sólo para artistas”/ agrega él.
   “Entiendo tu punto de vista, Glauco, pero no tenemos más opciones”.
 Glauco y Milun intercambian una mirada desafiante.
   “No me gusta para nada”/ opina Glauco.
   “En ese caso, Geraldyn decidirá quien la ayudará en su número”/ responde Aníbal.
 Geraldyn se acerca y observa a Milun. Milun queda deleitado con su belleza.
   “Estará a prueba”/ observa Gerldyn.
 Milun sonríe. Glauco frunce el ceño.
 Aníbal vuelve su mirada hacia Columbio.
   “¿Y usted?”
   “Señor, soy muy bueno con el ganado”.
 Aníbal asiente.
   “Este podría reemplazar a Trémulo.
   “No lo creo”/ exclama Glauco.
 Glauco eleva su látigo y azota a un toro. El toro se levanta enfurecido y arremete contra los artistas.
    “Haz que pare”/ indica Glauco.
 Columbio junta las manos.
   “Debo buscar la manera”.
 Simultáneamente, en el salón de los nobles, los comediantes danzan y cantan frente a una fogata. Broderick baja la mirada y abandona el salón. Alysse observa las llamas detenidamente y cruza los brazos.
 En el circo, Columbio toma al toro de los cuernos y lo detiene. El toro hace fuerza, pero no puede liberarse.
 En una de las Torres del Palacio, Broderick observa hacia el patio inferior. Detrás de él, Fausto. Broderick recuerda su casa en llamas y los gritos de su madre.
   “Todo fue culpa mía”/ dice para sí.
 Broderick cierra los ojos.
   “Es lo mejor para mí”.
 Fausto se acerca a Broderick. Broderick inclina su cuerpo hacia el vacío.
 Los brazos de Columbio están a punto de romperse.
 Alysse observa en las llamas unos cuernos y cubre sus ojos.
   “¡No!”/ grita Roger.
 Broderick observa a Roger, sorprendido.
 Columbio hace un esfuerzo y logra derribar al toro.
   “Magnífico”/ grita Aníbal.
 Los artistas aplauden a excepción de Glauco. Milun sonríe.
 Roger corre hacia Broderick y se abrazan. Broderick derrama unas lágrimas.
   “No sé lo que está pasando conmigo”.

   En el circo, Milun y Columbio son rodeados por Camil, Robbit y Zamir.
   “Estuvieron muy bien. Muy bien estuvieron”/ dice Camil.
   “Hombres, de ¿qué circo vienen ustedes?”/ exclama Robbit.
   “Trabajamos en muchos. Creo haber perdido la cuenta”/ responde Milun.
 Zamir extiende su mano hacia Columbio.
   “Amigos”.
 Columbio asiente. Ambos estrechan sus manos.
   “Tengo entendido que el antiguo trapecista se marchó”/ opina Milun.
 Los tres artistas se miran entre sí”.
   “¿Dije algo malo?”
   “No se sabe nada. Nada se sabe”/ responde Camil.
 Gerldyn se acerca a Milun.
   “No quise ser mala contigo, pero tus movimientos me dan pena”.
 Milun sonríe.
   “Aprenderé de la mejor, entonces”.
 Geraldyn sonríe.
   “En unos momentos empezará la función. Así que mantén los ojos bien abiertos”.
   “Así quisiera cerrarlos, no lo podría ante usted”/ responde Milun.
 Columbio se lleva la mano a la frente.

   En el Palacio, Alysse camina por un pasillo con la mirada ida.
   “Finalmente este día está por terminar”.
 Detrás de Alysse, una sombra con cuernos arremete hacia ella con fuerza. Alysse grita y cae sin sentido.

   Milun y Columbio observan las acrobacias de Geraldyn.
   “Será difícil adaptarme a ella”/ opina Milun.
   “No te queda de otra. Al menos hasta averiguar lo que necesitamos”.
   “¿Y dónde está el tal Fausto?”
 Columbio se encoge de hombros.
 La actuación de Geraldyn termina y recibe los aplausos del público.
 En el siguiente número, Glauco y seis tigres blancos ingresan en la arena.
   “Mi preferido…”/ observa Milun.
 Los tigres saltan siguiendo las órdenes de Glauco. El público aplaude. En eso uno de los tigres cae desplomado.
   “¡Levántate!”/ grita Glauco.
 El tigre da un rugido ahogado y sus ojos se cierran. Los demás tigres sufren la misma suerte. Los artistas y el público observan aterrorizados. Glauco deja caer su látigo.

 Milun y Columbio intercambian una mirada de sorpresa.

DE MI ÁLBUM
(Jordanien)





No hay comentarios:

Publicar un comentario