Virginia Bonard:
"Dejemos de analizar y requetepsicoanalizar lo que dice Francisco"
"Y justito en su país
es en donde menos se lo comprende, más se lo mal interpreta"
Virginia Bonard, 15 de julio
de 2016
El mundo lo escucha, lo copia, lo pretende;
algunos, admirando, lo imitan. Los líderes políticos y religiosos de lugares
bien distintos se reúnen con él y salen diciendo cuánto aprendieron en esos
ratos de intercambio.
(Virginia Bonard*).- No me cuesta nada hacer
memoria y recordarlo en su andar las callecitas de los barrios de las villas de
Buenos Aires y las callecitas de cualquier barrio de Buenos Aires. Menos me
cuesta rebuscar en mis propios recuerdos, los personales, los del uno a uno,
cuando me acompañó hasta el colectivo después de la primera misa con y por los
explotados laborales del gremio textil, en una parroquia del barrio de Barracas
por el año 2007, 2008.
No me cuesta hacer memoria
de Bergoglio en Buenos Aires. Es más: me encanta que mi corazón esté tallado
por su prédica y su testimonio, y no llegar nuevita a su descubrimiento,
estrenando Bergoglio en 2013, vestido de blanco y en el balcón de San Pedro.
Y hoy nuestro (para los
argentinos) Bergoglio es el Papa Francisco, urbi et orbi; esa condición cambió
cosas, gente, actitudes, expresiones, ponderaciones. Y la verdad es que hemos
visto cambios auténticamente extraordinarios y sorprendentes. Al único que no
cambió esa nueva condición es al mismo Jorge Mario que, en pura esencia, sigue
siendo el mismo, fiel a sus bordes existenciales, machacón hasta el cansancio
contra la droga y su condena al narcotráfico, casi obsesionado con el
consumismo depredador que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres,
despreciando los liberalismos ombliguistas y festejando las mesas comunitarias,
incesante en su defensa de las vidas (de punta a punta) con sueños y
esperanzas, cabeza dura cuando se trata de dialogar, dialogar y dialogar, de
perdonar, perdonar y perdonar.
El mundo lo escucha, lo
copia, lo pretende; algunos, admirando, lo imitan. Los líderes políticos y
religiosos de lugares bien distintos se reúnen con él y salen diciendo cuánto
aprendieron en esos ratos de intercambio. Y justito en su país es en donde
menos se lo comprende, más se lo interpreta, mal interpreta y reinterpreta en
borgeanas exégesis que desagotan en circularidades eternas y tendenciosas.
Llegamos al 29 de junio de
este año, día del pontífice, y en Buenos Aires los curas de las villas de
emergencia de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano junto con la agrupación
Generación Francisco invitaron a una misa muy potente desde la convocatoria:
para defender al Papa Francisco de los ataques de las corporaciones mediáticas.
"¿Por qué vinimos hoy a
celebrar en este lugar la fiesta de san Pedro y san Pablo?", se preguntaba
el padre José María "Pepe" Di Paola en su homilía en esa misa del 29,
en la parroquia Virgen de Luján donde es párroco el padre Lorenzo "Toto"
de Vedia de la villa 21-24, que concelebró con sus compañeros sacerdotes
aunados en el carisma que palpita al ritmo de las periferias. Y continuaba:
"Es bueno para todos
los cristianos recorrer el itinerario que él realizaba en Buenos Aires para
entender con mayor claridad lo que él hace hoy siendo el Papa Francisco. Las
huellas de este pastor las vamos a encontrar en las periferias y por eso
quisimos celebrar la misa del día del papa aquí. Aquí Francisco, siendo nuestro
obispo Jorge, lavó los pies de quienes él consideraba sus apóstoles, los chicos
del paco, y se dio origen al Hogar de Cristo, un jueves santo de año 2008.
"En las villas
encontraremos testimonios privilegiados, podemos comprender por qué hoy
Francisco defiende a los inmigrantes, a los sin techo, a los que no tienen
trabajo, a los adictos. Así como no nos llama la atención el evangelio como
Jesús cambia de nombre a Simón y le dice Pedro pero sigue siendo el mismo, tal
vez no nos llama la atención a todos nosotros que Jorge es el mismo Francisco
porque no es alguien distinto al que conocimos acá. (...)
"Acompañamos a la
Generación Francisco en esta propuesta de estar junto al Papa porque no deja de
ser una voz de alerta. Muchas veces la injuria quiere desprestigiar al guía de
la Iglesia. Mientras en la Argentina muchas voces buscaban desprestigiarlo, en
el mismo momento él caminaba junto al pueblo armenio sufrido, recordando el
exterminio, mientras las superpotencias y los poderosos han ignorado esta
realidad dejando de lado a todo un pueblo, es la voz de Francisco la que
acompañó al pueblo armenio.
"Muchos de los que
critican despiadadamente se reconocen que no tienen fe, recordamos en los
editoriales de los diarios. Que nos dejen a nosotros los que tenemos fe
considerar lo que tiene que hacer un Papa. Nosotros estamos contentos porque él
nos sigue enseñando el evangelio y nosotros, como gente de fe sabemos que es la
base de la cual tienen que partir las enseñanzas. Que no se pongan mal si él
perdona a aquellos que lo injuriaron, si dice algo que no coincide con los
intereses de los poderosos ni con cálculos políticos o ideológicos.
"Sabemos muy bien que
entre los comunicadores hay una variedad muy grande: hay quizás algunos que no
lo entiendan y por lo tanto es bueno que se acerquen y puedan entender el
camino de Francisco. No pensamos, y por eso la declaración de Generación Francisco,
se habla de los medios porque distinguimos la labor del periodismo que trabaja
buscando siempre la verdad. Les pedimos sí que se acerquen a estos lugares para
entender al Papa que hoy tenemos. No se lo puede entender si se lo mira desde
el centro de la ciudad o desde lugares privilegiados o de poder. Tampoco en
estrategias políticas que hacen que se reduzca la mirada que tiene el cristiano
de aquel que es el pastor de la Iglesia.
"Por eso hoy estamos
acá representando a los curas de las villas y estamos en un lugar en donde
Francisco dejó una huella imborrable. De hecho hoy, el Hogar de Cristo se
multiplica en las villas de conurbano, además de la capital, en el resto de
país. En ese lavatorio de los pies que hizo a esos jóvenes aquí el agua se fue
multiplicando en otros pies para poder darle a los chicos una vida digna. Ese
es el pastor que queremos los cristianos. No nos interesan aquellos comentarios
de los hombres que no pueden entenderlo porque no tienen fe y de aquellos que
lo analizan solamente por un motivo o cuestión ideológica de acuerdo a sus
percepciones.
"Por último recordamos
que, en el nacimiento de nuestra Patria, había personajes y medios de
comunicación (...) que no querían a San Martín (...) lo hostigaron y lograron
sus objetivos. (...)
"Por eso les pedimos
reflexión y serenidad a aquellos que tienen la obligación de transmitir el
conocimiento y analizar la verdad para que no ocurran nuevamente en nuestro
país injusticias tan grandes como la que tuvimos con nuestro Libertador; que tampoco
sean estas voces las que predominan cuando hablan sobre nuestro Papa Francisco.
Por eso invitamos a toda la Iglesia a ponerse como Francisco quiso: en oración
y trabajando por los más pobres".
Y también se dijo no a los
desprestigios desde la ignorancia o las supuestas experticias entre las filas
de los propulsores del colectivo Generación Francisco.
En el cierre del período del
bicentenario del nacimiento de la Argentina independiente (2010-2016),
Francisco le escribió una carta al presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina, monseñor José María Arancedo, desde la cual y una vez más nos puntea
acciones con memoria criolla y creatividad pontificia en estos párrafos:
"De manera especial
quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la
indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y
pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del
comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y
tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro
peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la
Patria.
"Sí, hijos de la
Patria. En la escuela nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la
Madre Patria. Aquí precisamente se enraíza el sentido patriótico de
pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión,
atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas:
‘éste es capaz hasta de vender a la madre'; pero sabemos y sentimos hondamente
en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco
a la Madre Patria".
Mucho contenido, ¿verdad?
Sí, mucha Patria y patriotismo y patriotas nos están haciendo falta a los
argentinos. Así comprometidos. Y dejemos de analizar y requetepsicoanalizar si
lo que dijo lo dijo porque estaba Fulano y porque Zutano lo conoce tanto-tanto
que está apto para entenderlo mejor que vos o que yo.
Y tomando el chiste sobre el
ego argentino que nuestro Papa hizo famoso al contarlo ante un periodista:
basta de egotismos; nada de suicidios desde pedestales yoístas. Congreguemos en
torno al bien común, con generosidad, tanta belleza y posibilidades que hay en
nuestro pueblo.
Y ya que estamos con el
pueblo, de cada pueblo un paisano, reunidos en torno al fogón de Jesús, cada
uno con su pelaje social, su historia y su proyección vital, compartimos esa
eucaristía en la que se rezó para que haya luz sobre nuestro Papa Francisco,
respeto por sus maneras de guiar esta barca grande que es la Iglesia universal
de Cristo en este tiempo. Quizás lo más complejo sea dejar de lado el "yo,
me, mi, conmigo" y entrar como potros convencidos en un "nosotros"
maduro y solidario.
*Periodista y escritora
argentina.
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