sábado, 16 de julio de 2016

"DEJEMOS DE ANALIZAR Y REQUETEPSICOANALIZAR LO QUE DICE FRANCISCO / Virginia BONARD


Virginia Bonard: "Dejemos de analizar y requetepsicoanalizar lo que dice Francisco"
"Y justito en su país es en donde menos se lo comprende, más se lo mal interpreta"

Virginia Bonard, 15 de julio de 2016
El mundo lo escucha, lo copia, lo pretende; algunos, admirando, lo imitan. Los líderes políticos y religiosos de lugares bien distintos se reúnen con él y salen diciendo cuánto aprendieron en esos ratos de intercambio.

 (Virginia Bonard*).- No me cuesta nada hacer memoria y recordarlo en su andar las callecitas de los barrios de las villas de Buenos Aires y las callecitas de cualquier barrio de Buenos Aires. Menos me cuesta rebuscar en mis propios recuerdos, los personales, los del uno a uno, cuando me acompañó hasta el colectivo después de la primera misa con y por los explotados laborales del gremio textil, en una parroquia del barrio de Barracas por el año 2007, 2008.

No me cuesta hacer memoria de Bergoglio en Buenos Aires. Es más: me encanta que mi corazón esté tallado por su prédica y su testimonio, y no llegar nuevita a su descubrimiento, estrenando Bergoglio en 2013, vestido de blanco y en el balcón de San Pedro.

Y hoy nuestro (para los argentinos) Bergoglio es el Papa Francisco, urbi et orbi; esa condición cambió cosas, gente, actitudes, expresiones, ponderaciones. Y la verdad es que hemos visto cambios auténticamente extraordinarios y sorprendentes. Al único que no cambió esa nueva condición es al mismo Jorge Mario que, en pura esencia, sigue siendo el mismo, fiel a sus bordes existenciales, machacón hasta el cansancio contra la droga y su condena al narcotráfico, casi obsesionado con el consumismo depredador que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres, despreciando los liberalismos ombliguistas y festejando las mesas comunitarias, incesante en su defensa de las vidas (de punta a punta) con sueños y esperanzas, cabeza dura cuando se trata de dialogar, dialogar y dialogar, de perdonar, perdonar y perdonar.

El mundo lo escucha, lo copia, lo pretende; algunos, admirando, lo imitan. Los líderes políticos y religiosos de lugares bien distintos se reúnen con él y salen diciendo cuánto aprendieron en esos ratos de intercambio. Y justito en su país es en donde menos se lo comprende, más se lo interpreta, mal interpreta y reinterpreta en borgeanas exégesis que desagotan en circularidades eternas y tendenciosas.

Llegamos al 29 de junio de este año, día del pontífice, y en Buenos Aires los curas de las villas de emergencia de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano junto con la agrupación Generación Francisco invitaron a una misa muy potente desde la convocatoria: para defender al Papa Francisco de los ataques de las corporaciones mediáticas.


"¿Por qué vinimos hoy a celebrar en este lugar la fiesta de san Pedro y san Pablo?", se preguntaba el padre José María "Pepe" Di Paola en su homilía en esa misa del 29, en la parroquia Virgen de Luján donde es párroco el padre Lorenzo "Toto" de Vedia de la villa 21-24, que concelebró con sus compañeros sacerdotes aunados en el carisma que palpita al ritmo de las periferias. Y continuaba:

"Es bueno para todos los cristianos recorrer el itinerario que él realizaba en Buenos Aires para entender con mayor claridad lo que él hace hoy siendo el Papa Francisco. Las huellas de este pastor las vamos a encontrar en las periferias y por eso quisimos celebrar la misa del día del papa aquí. Aquí Francisco, siendo nuestro obispo Jorge, lavó los pies de quienes él consideraba sus apóstoles, los chicos del paco, y se dio origen al Hogar de Cristo, un jueves santo de año 2008.

"En las villas encontraremos testimonios privilegiados, podemos comprender por qué hoy Francisco defiende a los inmigrantes, a los sin techo, a los que no tienen trabajo, a los adictos. Así como no nos llama la atención el evangelio como Jesús cambia de nombre a Simón y le dice Pedro pero sigue siendo el mismo, tal vez no nos llama la atención a todos nosotros que Jorge es el mismo Francisco porque no es alguien distinto al que conocimos acá. (...)

"Acompañamos a la Generación Francisco en esta propuesta de estar junto al Papa porque no deja de ser una voz de alerta. Muchas veces la injuria quiere desprestigiar al guía de la Iglesia. Mientras en la Argentina muchas voces buscaban desprestigiarlo, en el mismo momento él caminaba junto al pueblo armenio sufrido, recordando el exterminio, mientras las superpotencias y los poderosos han ignorado esta realidad dejando de lado a todo un pueblo, es la voz de Francisco la que acompañó al pueblo armenio.

"Muchos de los que critican despiadadamente se reconocen que no tienen fe, recordamos en los editoriales de los diarios. Que nos dejen a nosotros los que tenemos fe considerar lo que tiene que hacer un Papa. Nosotros estamos contentos porque él nos sigue enseñando el evangelio y nosotros, como gente de fe sabemos que es la base de la cual tienen que partir las enseñanzas. Que no se pongan mal si él perdona a aquellos que lo injuriaron, si dice algo que no coincide con los intereses de los poderosos ni con cálculos políticos o ideológicos.

"Sabemos muy bien que entre los comunicadores hay una variedad muy grande: hay quizás algunos que no lo entiendan y por lo tanto es bueno que se acerquen y puedan entender el camino de Francisco. No pensamos, y por eso la declaración de Generación Francisco, se habla de los medios porque distinguimos la labor del periodismo que trabaja buscando siempre la verdad. Les pedimos sí que se acerquen a estos lugares para entender al Papa que hoy tenemos. No se lo puede entender si se lo mira desde el centro de la ciudad o desde lugares privilegiados o de poder. Tampoco en estrategias políticas que hacen que se reduzca la mirada que tiene el cristiano de aquel que es el pastor de la Iglesia.

"Por eso hoy estamos acá representando a los curas de las villas y estamos en un lugar en donde Francisco dejó una huella imborrable. De hecho hoy, el Hogar de Cristo se multiplica en las villas de conurbano, además de la capital, en el resto de país. En ese lavatorio de los pies que hizo a esos jóvenes aquí el agua se fue multiplicando en otros pies para poder darle a los chicos una vida digna. Ese es el pastor que queremos los cristianos. No nos interesan aquellos comentarios de los hombres que no pueden entenderlo porque no tienen fe y de aquellos que lo analizan solamente por un motivo o cuestión ideológica de acuerdo a sus percepciones.

"Por último recordamos que, en el nacimiento de nuestra Patria, había personajes y medios de comunicación (...) que no querían a San Martín (...) lo hostigaron y lograron sus objetivos. (...)

"Por eso les pedimos reflexión y serenidad a aquellos que tienen la obligación de transmitir el conocimiento y analizar la verdad para que no ocurran nuevamente en nuestro país injusticias tan grandes como la que tuvimos con nuestro Libertador; que tampoco sean estas voces las que predominan cuando hablan sobre nuestro Papa Francisco. Por eso invitamos a toda la Iglesia a ponerse como Francisco quiso: en oración y trabajando por los más pobres".

Y también se dijo no a los desprestigios desde la ignorancia o las supuestas experticias entre las filas de los propulsores del colectivo Generación Francisco.

En el cierre del período del bicentenario del nacimiento de la Argentina independiente (2010-2016), Francisco le escribió una carta al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, desde la cual y una vez más nos puntea acciones con memoria criolla y creatividad pontificia en estos párrafos:

"De manera especial quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la Patria.

"Sí, hijos de la Patria. En la escuela nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la Madre Patria. Aquí precisamente se enraíza el sentido patriótico de pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: ‘éste es capaz hasta de vender a la madre'; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria".
Mucho contenido, ¿verdad? Sí, mucha Patria y patriotismo y patriotas nos están haciendo falta a los argentinos. Así comprometidos. Y dejemos de analizar y requetepsicoanalizar si lo que dijo lo dijo porque estaba Fulano y porque Zutano lo conoce tanto-tanto que está apto para entenderlo mejor que vos o que yo.

Y tomando el chiste sobre el ego argentino que nuestro Papa hizo famoso al contarlo ante un periodista: basta de egotismos; nada de suicidios desde pedestales yoístas. Congreguemos en torno al bien común, con generosidad, tanta belleza y posibilidades que hay en nuestro pueblo.

Y ya que estamos con el pueblo, de cada pueblo un paisano, reunidos en torno al fogón de Jesús, cada uno con su pelaje social, su historia y su proyección vital, compartimos esa eucaristía en la que se rezó para que haya luz sobre nuestro Papa Francisco, respeto por sus maneras de guiar esta barca grande que es la Iglesia universal de Cristo en este tiempo. Quizás lo más complejo sea dejar de lado el "yo, me, mi, conmigo" y entrar como potros convencidos en un "nosotros" maduro y solidario.

*Periodista y escritora argentina.

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