Opinan que Debe orientarse
su interpretación.
La obra cinematográfica de
Igmar Bergman, realizador del discutido film “El Silencio”, es la
representación del perenne llamado que la humanidad hace a Dios, sin conseguir
su atención.
Es así como interpreta la obra de Bergman, el
Dr. Miguel Reynel, catedrático de la Universidad Católica, que junto con el
padre Desiderio Blanco y los doctores Andrés Ruszkowski y Baldomero Cáceres,
desarrollaron un fórum sobre la producción cinematográfica de Bergman.
Para explicar el fondo y
caracterización de las obras de Bergman el doctor Reynel, expuso cada una de
las películas del realizador sueco.
Acerca de las exhibiciones
dijo que “desgraciadamente en el Perú se habían presentado muy pocas en
relación con la fecunda producción de Bergman. En la explicación mencionó más
de 10 títulos de realizaciones Bergmanianas.
La característica principal
de Bergman (el llamado a Dios) dijo Reynel, se nota aún más en la llamada
Trilogía Bergmaniana, que incluye “Detrás de un vidrio oscuro”, “Luces de
invierno” y “El silencio”.
En esas tres películas dijo,
Bergman ha querido representar la espera de la humanidad que cree en Dios, la
ausencia de Dios ante el llamado y la no presencia de Dios en la humanidad por
medio del espíritu, respectivamente.
El padre Desiderio Blanco, en su intervención, dijo que Bergman en sus películas, exponía las aberraciones y degradación moral hasta las que puede llegar el hombre que, sin espíritu, es presa de la carne. Agregó que para Bergman el pasado, en general el tiempo y la muerte son un fin, que mata la felicidad alcanzada por el hombre. Las películas de Bergman, dice, muestra los límites del bien y el mal.
El padre Desiderio Blanco, en su intervención, dijo que Bergman en sus películas, exponía las aberraciones y degradación moral hasta las que puede llegar el hombre que, sin espíritu, es presa de la carne. Agregó que para Bergman el pasado, en general el tiempo y la muerte son un fin, que mata la felicidad alcanzada por el hombre. Las películas de Bergman, dice, muestra los límites del bien y el mal.
Mencionó que los personajes
de Bergman, siempre están en un callejón sin salida, del cual sólo se liberan
recurriendo a los recuerdos y al afán de encontrar una vida mejor.
Refiriéndose específicamente
a El Silencio, coincidieron en manifestar, Reynel, Blanco y Cáceres, que el
público sólo asistía por presenciar las escenas de “desagradable y duro
realismo, en las que se muestra las aberraciones sexuales y degradaciones
humanas”.
Coincidieron también en
recomendar que para una verdadera interpretación de El Silencio, el público,
por medio de los críticos cinematográficos debe ser orientado, con verdad y
rectitud.
El Fórum fue programado por
el Centro Parroquial Universitario, y se realizó con gran concurrencia juvenil,
en el salón de la Iglesia Jesús María.
NOTA: En El silencio (Tystnaden) 1963, explora temas como la soledad, la incomunicación o la ausencia de Dios. Los críticos trataron las obras como un tríptico y Bergman inicialmente desmintió tal afirmación (argumentando que no había planeado sus rodajes como una trilogía y que no veía similitudes entre los tres films), pero terminaría aceptando dicho rótulo para los trabajos por su temática.
NOTA: En El silencio (Tystnaden) 1963, explora temas como la soledad, la incomunicación o la ausencia de Dios. Los críticos trataron las obras como un tríptico y Bergman inicialmente desmintió tal afirmación (argumentando que no había planeado sus rodajes como una trilogía y que no veía similitudes entre los tres films), pero terminaría aceptando dicho rótulo para los trabajos por su temática.
Como en un espejo ganó
nuevamente el Óscar a la Mejor Película Extranjera, además de ser nominada a
numerosos premios. La película abordaba con un cuarteto de personajes, un caso
de locura histérico-religiosa, como escribiera el autor.11 Por su parte, El
silencio se convirtió en una de las obras más aplaudidas del director y su
mayor éxito de taquilla hasta la fecha. No obstante el precio de la fama fue
caro, debido al contenido argumental desesperado (que anticipaba en su
realización parte del estilo formal de obras posteriores de Bergman) y a sus
explícitas escenas de sexo, El silencio fue prohibida en numerosos países, y
Bergman recibió varias amenazas de muerte por parte del sector más conservador
y cínico de los espectadores de la época, que veían la película como
pornografía. En este periodo de creatividad desaforada y gran éxito de público
y crítica, Bergman rodó en 1964 una comedia menor parodiando el cine de
Fellini: Todas esas mujeres (För att inte tala om alla dessa kvinnor).
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