domingo, 18 de noviembre de 2012

"LA INTRODUCCIÓN" EN "VERSOS POR ESPIGAR"


                                                          INTRODUCCIÓN
   Por la variedad de versos en el plan recopilador, se impone la necesidad de establecer los Ciclos Temáticos predominantes, (Secciones), para lograr una mayor comprensión de los mismos.  Pues, se observa al autor, más preocupado  por su pensamiento más que los preceptos de la poética tradicional. Por eso utiliza el verso libre. Se aleja de todo preciosismo y adecua su estilo al tema que trata : conciso en los poemas filosóficos pero sin renunciar a los giros populares y al tono desenvuelto.  
   Lo encontramos dispuesto a hablarnos de todo aquello que le obsesiona, no sólo a  él sino a la mayoría de los hombres : el amor, la naturaleza,  el mundo del hogar, y también la muerte. 
   El conjunto de la realidad creada, el mundo, crece en y por las personas. Existe, pues, una confluencia entre ellos y los Valores  y No valores.  
   Los Ciclos Temáticos considerados  facilitan la elaboración y comprensión  de varias poesías en atención a la madurez encontrada en ellas.

   Se inicia “VERSOS POR ESPIGAR” con los versos referentes al AMOR, que corresponden biológicamente al primer ciclo de la vida humana. El despertar a una nueva realidad ; lo que siente uno en ésta, es el ansia de amar y  el de ser amado, ser  correspondido. Todo joven se siente poeta ; canta al amor.

   El joven acucioso, admira a la NATURALEZA y se compenetra con  ella, como también el mundo del HOGAR ; pero descubre la amenaza constante de la destrucción y de la MUERTE en ellos.
   Por ser joven y buen explorador, escala el Cerro dominante ; siente que su entorno natural, -- la Naturaleza --  la sonríe insistentemente y le concede una  fuerza arrebatadora, como si alguien llegara para agitar todo lo que tiene en el corazón, la cabeza y las entrañas y de tanto en tanto él lanza una mirada hacia los cielos luminosos, las laderas, los caminos, como si se estuviera deleitando con el paisaje y sintiendo el viento en el rostro. Sigue hechizado el vuelo del halcón, que desciende en hermosos círculos sobre él para luego alejarse y escruta con su ayuda el arco completo del horizonte, hasta la puesta del sol, (“el postrimer saludo del sol al valle escondido”, Gerok) fenómeno singular en ese suelo, que hasta el polvo que pisa puede convertírsele en silbidos encantadores. A veces, allí, en el barrio Mansiche, (Salpo), desde la última hora de la tarde, basta presionar la cara contra la hierba y, forzando la vista al máximo, se intenta contar las parpadeantes luces de Trujillo, sin antes  haber tenido perdida la mirada en el lejano horizonte del caserío (casas) costeño y deslumbrado por la belleza de los jardines de la familia Vereau Rengifo y Julia Minchola, respectivamente, para luego prendarse de los altivos eucaliptos de El Escalón, de don Justino Sánchez, ya en el propio Cogón.
   Después de descender del Ragach... se siente la sensación y efecto que produce un buen baño, y es que "el baño siempre la da la naturaleza abierta a cielo abierto y a la rosa de los vientos", según Unamuno.
   Extasiado por la contemplación, bajo la influencia refleja del panorama, exclama espontáneamente : ¡ Asombroso !, y luego con resolución se dice a sí mismo : de hoy  en adelante y durante el resto de mi vida / prometo mirar el  mundo, siempre, con  asombro, añadimos.
   Se deslizan por primera vez, suavemente, las reflexiones sobre el pueblo, sobre las casas de plomo y rojo (calamina y teja) en las estrechas callejas brillando a la luz del sol y las repisas de los salientes rocosos de los cerros.
   Nacen, como elegías particulares, dentro de aquellas reflexiones, las canciones de añoranza por la tierra pura de la infancia que ya no existe y que quizá, en realidad, nunca existió.
   Pero urge recordarla con el alma alborozada en gozo.  Porque el pasado se abre paso a zarpazos ; no es posible enterrarlo, como dicen algunos. 
                 
   LA MUERTE forma parte de lo que hay de más estremecedor en la vida del hombre. No en vano caracteriza la Escritura la situación del hombre diciendo que yace en la tiniebla y en las sombras de la muerte (Luc. 1, 79).
   Pero no queremos soportar pasivamente la muerte alrededor de nosotros y en nosotros con una sórdida resignación ; por el contrario, queremos enfrentarnos con nuestro destino de muerte con corazón alerta y ojos que ven.

   Por último, lucha,  en su madurez,  por la creación o sostenimiento de los VALORES en un mundo SIN VALORES, recorriendo un camino en el que se intentará reconstruir entre las ruinas de un mundo que se desmorona. Se preocupa por el mundo y el devenir de éste, porque todo se mueve solamente por la fuerza y por el miedo. Se trata de acudir con las herramientas de la misma vida : el amor, el honor, la culpa, el miedo y la redención. Es preciso que esos ideales cobren vida en las acciones de los hombres. "Hacer que esos valores vivan".

    Hasta el 5 de octubre del 2011 sólo se conocían 17 poesías, que al parecer son las preferidas  del autor que merecieron un obligado comentario  de mi parte / en mi Blog, después de haberlas publicado gradualmente, y en calidad de primicias en dicho medio.                    
   Este hecho motivó el envío del resto de creaciones,  las cuales ayudaron a establecer  con naturalidad los Ciclos Temáticos ; pues faltaban las de Amor, que son las más logradas. Merece señalar este paso :
   Felipe Javier tuvo la gentileza de mostrarme los primeros borradores de sus poesías. Siguen siendo borradores : cada día permite escalar la pendiente de ese arte, la de transmitir delicadamente las emociones en determinado tiempo. Nos sentimos capaces de corregir hasta el momento de su impresión.
             El comentario:                   
¿Qué nos ha narrado Felipe Javier ?
Nos ha hablado del Ragach, (el Apu), del testimonio, la infamia, la protesta ; de la luminiscencia,  la trascendencia, el “mea culpa” ; del presentimiento, la nostalgia ; del dulce hogar, de la alucinación, la inquietud y  las añoranzas ; de su escuela y de sus vivencias. Vale decir : de las excelencias y carencias ; de los  logros y las frustraciones, de lo que es unión intrínseca del hombre.                                    
   Quiero sellar mi apreciación con las palabras de Ernesto Sábato que las encuentro muy a propósito por este ejercicio :
“… No hay una felicidad absoluta. Apenas se nos da en fugaces y frágiles momentos, y el arte es una manera de eternizar (de querer eternizar) esos instantes de amor o de éxtasis ; y porque todas nuestras esperanzas se convierten tarde o temprano en torpes realidades ; porque todos somos frustrados de alguna manera, y si triunfamos en algo fracasamos en otra cosa, por ser la frustración el inevitable destino de todo ser que ha nacido para morir ; y porque todos estamos solos o terminamos solos algún día : los amantes sin el amado, el padre sin sus hijos o los hijos sin sus padres, y el revolucionario puro ante la triste materialización de aquellos ideales que años atrás defendió con su sufrimiento en medio de atroces torturas ; y porque toda la vida es un perpetuo desencuentro, y alguien que encontramos en nuestro camino no lo queremos cuando él nos quiere, o después de muerto, cuando nuestro amor es ya inútil ; y porque nada de lo que fue vuelve a ser, y las cosas y los hombres y los niños no son lo que fueron un día, y nuestra casa de infancia ya no es más que la que escondió nuestros tesoros y secretos, y el padre se muere sin habernos comunicado palabras tal vez fundamentales, y cuando lo entendemos ya no está más entre nosotros y no podemos curar sus antiguas tristezas y los viejos desencuentros, y porque el pueblo se ha transformado, y la escuela donde aprendimos a leer ya no tiene aquellas láminas que nos hacían soñar, y los circos han sido desplazados por la televisión, y no hay organitos, y la plaza de infancia es ridículamente pequeña cuando la volvemos a encontrar…
… Porque no hay poesía festiva, alguien había dicho, que quizá sólo del tiempo y de lo irreparable puede hablar. Y también alguna vez se dijo [pero, ¿ quién, cuándo ?] que todo un día será pasado y olvidado y borrado : hasta los formidables muros y el gran foso que rodeaba a la inexpugnable fortaleza”. BIBLIOTECA DE ORO.
 Las setenta y siete (77)  evocaciones impresas nos introducen, pues, al mundo poético del artífice. A nosotros, los lectores, nos  corresponde develar el secreto.

                                                         Alejandro Pereda Calderón.
PRÓXIMA PUBLICACIÓN
TÍTULO: "VERSOS POR ESPIGAR"
AUTOR : JAVIER CALDERÓN ÁVILA

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