miércoles, 11 de mayo de 2016

DE ESPENAU (Alemania) a URBANIZACIÓN EL BOSQUE (Trujillo) / A. Pereda

El 30 de abril tuvimos una grata visita: Roswitha Reuter Wiltraud, más conocida por Anja y Carlos Manuel, vienen de Lima, procedentes de Alemania, a estar unos días con nosotros y por la coincidencia que el día 3 de mayo, es el día de mi cumpleaños, participan, muy de cerca, en torno a mi escasa familia. Ellos pisaron tierras peruanas el 26  y 8 de abril, respectivamente y con apremio viajan a ésta el sábado 30. Para ellos, los números pares y cada lustro del año natal, tienen mayor significado, como los 80 años, en mi caso.

A decir verdad, primera vez que he sido homenajeado con Misa, almuerzo, mariachis; todo a modo de “sorpresa”. De cuatro personas, como “generación espontánea” se multiplican en treinta. Sabía, sí, que Anja venía expresamente, de su lugar de origen, a este acontecimiento: “Por Alexandro, sí voy al Perú”, había dicho, en buen español…

El 1 de mayo, a las 11 de la mañana nos dirigimos al templo “La Inmaculada” de Palermo; se celebró la Misa con una intención bien determinada: la salud, la acción de gracias por mi largo recorrido, etc. En ciertos intervalos –lectura, la paz, la comunión—veía más gente y grande era mi preocupación por corresponder a ello. Tuve, sin embargo, la oportunidad de agradecer a todos de esta manera:

                                                             Agradezco a Manuel porque ha propiciado la Misa y la ha celebrado. Sé qué es la Misa; de menos a más: han rezado ustedes por mí y yo por ustedes, un intercambio; pero es mucho más, la oración de Cristo al Padre, llevando la Humanidad a Dios. 

Sé, también, qué es viajar. Hice mención a Anja y le dí las gracias por su presencia con un “Thank you very much”, por lo que se rieron.

Agregué, este encuentro de familia y amigos me lleva a decir sobre mi vida, con altos y bajos, lo que otros han dicho y me han antecedido:
Yo sé que se está llegando,
yo sé que la tengo cerca;
ya las veo, ya las toco
de mi vida las fronteras.

   De Amado Nervo:
Muy cerca del ocaso yo te bendigo vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
porque veo al final de mi duro camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.
Amé, fui amado, el sol acaricia mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, estamos en paz!

   Vienen los abrazos, los regalos y las fotos.






De allí, nos trasladan al Restaurante “El Caminito” y hay ocasión de juntarse: tirios y troyanos.




A las 3 de la tarde, se presentan las Mariachis y hacen su show a base de coplas, cantos, risas, bailes, a mis “costillas”, agrego yo, porque me hicieron imitarla a una de ellas en su canto. Parten la torta y, finalmente, la despedida.










                         Aparece la pelotita de Alianza


                                                                   ... Las del estribo  (Salida)

Me queda la tarea de descubrir la autoría de las sorpresas. Sin más… La obra y gracia de Yolanda; la que hace aunque uno no lo quiere; es uno de los lenguajes por el que algo quiere decir.

El día 3, el propio día, lo celebramos en casa, tal como me había imaginado entre los verdaderos amigos degustando el conocido café. Por la noche, fuimos a la ciudad y concluimos el memorable día.

En los días siguientes:
el 4, hemos sido invitados por la tía Melchora y almorzamos con las primas Adela, Zulema y esposo y Marleny. (Urb. Santa María).

Al día siguiente fuimos a Paiján con motivo de bendecir la casa de un amigo nuestro, José García.

El viernes, 6 almorzamos en la casa de Deysi, la hija de Juanita, en compañía de John, Melissa, Mónica y el consentido Gael. (La Noria).

El sábado, fuimos al Porvenir, para bendecir un ambiente más de la casa de Walter y Elena participando del almuerzo ofrecido.

El 8, almorzamos en la casa de Teresa y Jorge Andrés. (Santa Isabel).

El 9, fuimos agasajados por Manuel y Anja en el centro de la ciudad. Estuvieron Augusto, Walter y Elena.

El 10, fuimos al Aeropuerto a despedirlos. Estarán en Lima hasta el 17, día que partirán a Espenau.

Grata visita, porque se ha logrado tener a toda costa un hogar más que una casa y la conversación amena, variada, lo reservado a los amigos, para quienes no hay barreras y expresarse aún como poetisa. Ya, ya, diría Anja.

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