Valladolid 1817-Madrid 1893
POESÍA CASTELLANA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
¡Gloria al Señor! ¡Hosanna en las alturas
al Dios que sobre el Gólgota
sangriento
redimiendo al morir las
criaturas
su cuerpo les dejó por
alimento!
¡Gloria al Señor en cuya fe
seguras
sus almas tornarán al
firmamento,
donde se ofrece en celestial
comida
germen de luz y manantial de
vida!.
Regocíjate tú, Granada bella,
ciudad hija del sol, huerto
florido
que entre nieves estériles
descuella,
taza de nardos, de palomas
nido,
diamante puro que sin luz
destella,
paraíso entre rocas
escondido,
regocíjate tú y adora y
canta
el misterio de la Hostia
sacrosanta.
Regocíjate, sí, con santo anhelo
tus deliciosos cármenes
despoja
de cuanta flor les dio
pródigo el cielo;
sus capullos balsámicos
deshoja
y de fresco tapiz vistiendo
el suelo
viértelas en Bib-Rambla hoja
por hoja,
porque velado en Sacramento
viene
quien cielo y tierra en su
pulgar mantiene.
¡Hosanna! ¡Hosanna! Con eternas flores
cogidas de Salem en los
jardines
ciñéndose la sien, dignos
loores
le cantan los ardientes
querubines.
Espléndido dosel de mil
colores
con sus alas le dan los
serafines,
al sumo Dios por quien el
orbe alienta,
le da su trono y a sus pies
se asienta.
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