viernes, 16 de septiembre de 2016

EL DÍA FESTIVO POR EXCELENCIA


"BELLAS ORACIONES"

Oración del que ama

 Padre nuestro y Dios mío,
aunque soy todavía joven, pienso muchas veces en el amor,
y al pensar en el amor, no puedo menos que pensar
muchas veces en ciertas cosas.
 Y como no quiero pensar a tus espaldas, por eso hoy
vengo a Ti,
para rezar por la mujer que un día amaré.
 Me dicen que aún tengo que esperar, y
que tengo que esperar sobre las armas,
por ella tengo que defender  mi integridad,
y Tú sabes, Dios mío, que eso es muy difícil,
aunque algo muy noble dentro de mí, me dice que es posible.
 ¿Cómo es ella, Dios mío? ¿Qué hace ahora? ¿Dónde está?
 Me gusta pensar en ella; porque pensando en ella
me siento más fuerte.
 Y ella en el fondo de su alma, quizás sueña un ideal.
 ¡Cuánto tengo qué luchar para realizar el ideal que ella sueña!
 Si ella es pura, no tengo derecho alguno a ser impuro.
 Yo la amo ya sin conocerla…la persona ideal que me hará feliz.
 Compañera fiel, hasta el fin de este viaje que es la vida.
 Por ella estudio con empeño superando el desgano.
 La victoria sobre las tentaciones,
el respeto a mi alma y a mi cuerpo…
son otras tantas maneras del amor que le tengo.
 Guárdame puro Buen Dios para ella y consérvala a ella para mí.
 Porque ella vive no sé dónde yo me siento menos solo,
 Porque ella tiene un alma blanca y pura ya me asquea el pecado.
 Y porque llegará el día en que ella camine apoyada en mi brazo,
 Es necesario que mi paso no vacile y sea firme.
 Cuánto he de trabajar para formar el hogar
que ella ha de compartir conmigo…
 Con cuánto empeño me he de negar a mí mismo
para forjarme un carácter que no la haga sufrir.
 ¡Cuánto he de mejorarme por ella, Dios mío y para ella!
 Y entonces vendrán ellos, pequeños hijos míos,
a los que amo ya, mientras esperan en la cuna de Dios.
 Ellos ya tienen menos 6 menos 5 quizás menos 4 años de edad…
 Cuántos años me quedan todavía para trabajar por ellos, sin ellos todavía.
 Cuántos años para hacer posible el hogar que ellos merecen.
 ¿No es cosa bella trabajar, con constancia y alegría por amor?
 ¿Hay algo más bello que ser bueno, fuerte y puro por amor
 a unos hijos que aún no existen?
 ¡Que me tengan por loco!
 ¡Que algunos amigos se rían y me desprecien!
 ¡Que mis pasiones ardan en llamaradas contra mí!
 Yo estoy determinado a ser bueno, cueste lo que cueste,
por amor a ella que ya existe.
 Por amor a ellos que aún no existen, por amor a Ti.
 Y aquí, Dios mío, acabo mi oración hoy.

(Movimiento Familiar Cristiano de Trujillo)


DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO


 “Jesús dijo a sus discípulos: ‘Había un hombre rico que tenía un mayordomo y vinieron a acusarlo de que estaba malgastando sus bienes. Lo mandó llamar y le dijo ¿Qué es lo que dicen de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir en tu puesto.

El mayordomo pensó entonces:    ‘ Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita mi puesto? Trabajar la tierra es superior a mis fuerzas, y pedir limosnas me daría vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, tenga gente que me reciba en su casa’.
Llamó uno por uno a los que le debían a su patrón y dijo al primero: ¿Cuánto le debes a mi  patrón? Le contestó: ‘Cien barriles de aceite’. Dijo el mayordomo: ‘Toma tu recibo, siéntate y escribe rápido: cincuenta’. Después dijo a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes? ’Cuatrocientos quintales de trigo’. El mayordomo le dijo: ‘Toma tu recibo y escribe trescientos’.

El patrón admiró la manera de obrar tan inteligente de su mayordomo ladrón: en verdad los de este mundo son más astutos que los hijos de la luz para tratar a sus semejantes.

Yo también les digo: ‘Aprovechen el maldito dinero para hacerse de amigos, parta que cuando se les acabe, los reciban a ustedes en las viviendas eternas”. Lucas 16: 1-13


El administrador astuto

¿A QUÉ SEÑOR SIRVES?
Jesús no se preocupa por calificar las incorrecciones del mayordomo, sino que destaca su inteligencia para asegurar su porvenir.
De Él debemos aprender a medirnos en el uso de las riquezas como nos va a enseñar Jesús a continuación.
Nos presenta una parábola con números exagerados. Se trata de un administrador de tantos que roba a su señor todo lo que puede. Lo descubren. Y lo despiden.

Es gracioso lo que piensa el despedido: “¿qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas. Mendigar me da vergüenza…”.

Y llama a los deudores de su amo y les rebaja las deudas. En realidad se trata de cantidades enormes pues se calcula que el aceite sería unos cien “batos” es decir, unos treinta y seis hectolitros. Y se calcula también que el trigo sería como unos quinientos cincuenta quintales.

Al descubrirlo el amo alaba a su bandido administrador y le felicita pero no por el robo sino por la astucia, ya que en la Biblia sabemos que la astucia fue una actitud muy admirada en aquellos tiempos.

Jesús mismo nos dirá “sean sencillos como palomas y astutos, prudentes, como serpientes”.

Jesús saca unas conclusiones de todo lo expuesto:
“El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar”.

“El que no es honrado en lo menudo tampoco lo será en lo grande”.

Para Jesús lo menudo es el dinero de este mundo y los valores eternos son los importantes.

Finalmente nos deja el Señor para nuestra meditación estas palabras:
“No podéis servir a Dios y al dinero”.

Esto no quiere decir que no podamos tener dinero y buscar nuestro crecimiento económico sino que más bien enseña que lo importante es el Señor. El dinero es un medio para la vida. Pero el Señor es el único necesario.

Podríamos terminar preguntándonos si en nuestra vida nos mueve a actuar Dios o el ansia de riqueza.

José Ignacio Alemany Grau, obispo

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