jueves, 1 de septiembre de 2016

ISLAS CANARIAS, ESCENARIO DE ENCUENTROS INTERCONTINENTALES / Francisco CARRANZA ROMERO

26 de agosto.
Por esas sorpresas que la vida nos pone en el camino, mi esposa y yo estuvimos en Las Palmas de Gran Canaria desde el 11 hasta el 19 de agosto de 2016 colaborando en la celebración de los 50 años de la inmigración coreana a este trozo de tierra sobre el Océano Atlántico.

Ubicación estratégica de las Islas Canarias

El archipiélago canario, reserva mundial de la biósfera, es un centro estratégico que une a Europa, África y América. Islas volcánicas que, según los restos arqueológicos, fueron habitadas en la antigüedad por los africanos bereberes, fenicios y vikingos.

El actual topónimo Canarias tiene relación con la palabra latina cannis (can). En el escudo canario aparecen dos perros que, según la leyenda, el rey Jubas II de Numidia (área actual de Argelia y Túnez) los encontró y llevó a su reino norafricano. Se dice también que procede de la frase latina cannis marinus (perro marino, foca grande que habita en estas islas. Aquí una palabra se refiere al perro). Estas islas también tuvieron otras denominaciones: Fortunatae Insulae (Islas Afortunadas, denominación de Plinio el Viejo), Ecúmene, Campos Elíseos, Jardín de las Hespérides, Atlántida. Aunque pertenece a España, está más cerca del noroccidente de África (Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, Gana, Guinea Ecuatorial) y las islas de Cabo Verde (que pertenecen a Portugal).

Los antiguos pobladores guanches vivieron en estas tierras volcánicas cultivando cebada y trigo. Sabían preparar el gofio (harina de trigo tostado). En América prehispana también se hacía harina de maíz y frijol tostados (machka en quechua, cajunga en la sierra norteña del Perú); con la llegada del trigo y cebada con los españoles la harina machca se enriqueció en sabor y variedad.

Desde 1492 (primer viaje de Cristóbal Colón) las Islas Canarias cumplieron muchas funciones: Descanso para los viajeros desde Europa a América y desde América a Europa. Aclimatación de plantas y animales antes de llevarlos a América. Aclimatación de los productos americanos antes de llegar a Europa. Curación y engorde de los esclavos africanos para venderlos a mejores precios. Nivelación lingüística porque la mayoría de los viajeros era de Andalucía; por tanto, los de otras regiones se asimilaron al dialecto andaluz. Los esclavos africanos también aprendieron el español andaluz. Y fue este dialecto el que pasó a América con los fenómenos del seseo, yeísmo, preferencia del pronombre ustedes por vosotros, etc. Y, como ya es de suponer, el castellano hablado en Las Canarias está más cercano al español hablado en América. Para muestra, dos ejemplos. Los canarios dicen. “papa, guagua” y no “patata y autobús” como dicen los peninsulares españoles.

Actualmente, en Las Canarias conviven 110 nacionalidades que el 15 de agosto hacen la romería para visitar a La Virgen de la Candelaria o la Morenita.

2016, Quincuagésimo Aniversario de la Inmigración Coreana a Las Canarias

Los primeros coreanos que llegaron a Las Canarias fueron pescadores quienes llevaban más tiempo dentro de los buques surcando los mares. Hasta que un día bajaron del barco y se quedaron en la tierra firme de Las Canarias, lejos de Corea. Ahora, unos 750 coreanos -información del señor Oh, Cónsul General de la República de Corea- laboran y miran el inmenso mar pensando que más allá está el pueblo natal.

Durante varios días nos reunimos con los coreanos-canarios: comerciantes (importadores de productos industriales, exportadores de productos marinos), pescadores, técnicos navales, médicos, abogados, cuatro pastores protestantes, un sacerdote católico y una maestra de la escuela coreana. En la tarde del 15 de agosto nos reunimos con una docena de septuagenarios y octogenarios coreano-españoles dispuestos a compartir sus glorias y sufrimientos. Las abuelitas, fueron más locuaces y desinhibidas en los recuerdos y quejas.

Peruanos y rumanos en Las Canarias

Aunque nuestro objetivo era el encuentro con los coreanos residentes en Las Canarias, hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con dos peruanos. El señor René Zevallos, Cónsul Honorario del Perú en Las Palmas de Gran Canaria, nos informó que hay más de 1300 peruanos quienes participan en las elecciones presidenciales peruanas. Y un peruano que nos estaba atendiendo en la mesa, al oír la conversación en que comparé las lenguas quechua y coreana, se me acercó y me dijo en voz baja y confidente el nombre de su hija Shuya (en castellano significa esperanza). Lo miré sonriente por el nombre quechua para la hija nacida en Las Palmas de Gran Canaria. Usted, paisano, sabe mirar el fondo del espejo -le dije emocionado porque mis hijas nacidas en Corea tienen nombres quechuas. Él comprendió mi mensaje y se sintió orgulloso.

El 13 de agosto, a mediodía, fue el reencuentro después de veinte años con el colega rumano-español Dan Munteanu Colán y su esposa. Nos conocimos en la Universidad Las Palmas de Gran Canaria por la celebración del Congreso de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina. Al vernos recordamos los versos de Pablo Neruda: “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos” porque él ya es septuagenario y yo muy cercano. Físicamente hemos cambiado; pero, mentalmente, seguimos siendo los mismos hijos del viento. Pasamos momentos emotivos repasando los recuerdos y actualizando los datos. Hablamos de Valaquia, Moldavia, Transilvania y hasta del príncipe Vlad Drácula (hijo del dragón, hijo del diablo). Sobre él hay historias controvertidas: Para los historiadores y escritores de Rumanía el vaivoda Vlad Tepes es un héroe nacional porque defendió a la patria y al cristianismo ante la invasión de los otomanos. Para los escritores germanos, húngaros y rusos es un príncipe malvado, empalador y diabólico. Pero fue el irlandés Bram Stoker quien ganó fama y dinero con su novela “Drácula”, escrita bajo los efectos del vino y de ostras en mal estado. Y esta novela ha motivado otras creaciones artísticas que explotan el morbo: teatro, música y cine.


Viendo y escuchando a los coreanos y peruanos en Las Canarias, recordé mi vida por varias décadas en Corea del Sur, el primer peruano en las aulas universitarias. Entonces recordé dos dichos: La patria se hace dentro y fuera del lugar donde se nace. La patria no es sólo donde se nace sino donde se pace.

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