sábado, 24 de septiembre de 2016

EL REINO AHORA: Cap. 8 NAVEGANDO LEJOS / Tony PEREDA



   En una de las Torres del Palacio, Columbio dice a Milun que él es quien le ayudó en la taberna contra los hombres encapuchados. Milun se da cuenta que de nada serviría mentir y afirma con la cabeza. Columbio dice que está muy agradecido por lo que hizo por él y sus amigos en la taberna. Milun dice que fue por un trago y esos hombres arruinaron su noche. Columbio dice que no se imagina qué hubiese ocurrido si no contaban con su ayuda. Milun dice a Columbio que ya se ve recuperado de la herida que recibió. Columbio pregunta a Milun ¿cuánto tiempo lleva trabajando en el Palacio?  Milun le responde que hoy es su primer día. Columbio dice que el Capitán Daugherty seguro que conoce su extraordinaria destreza con la espada. Milun sonríe y pregunta a Columbio ¿cuál es su función en el Palacio?  Columbio dice que él miembro de la Corte Real. Milun lo mira sorprendido.

   En la Enfermería, Nidia advierte al Duque que si no se marcha, ella pedirá ayuda. El Duque dice a Nidia que ellos están en una enfermería y él podría fingir fácilmente  que ella necesita ayuda mental. Nidia trata de irse, pero el Duque sujeta su brazo. El Duque dice a Nidia que se las pagará por haber intentado matarlo. Nidia le dice que ella no le teme. El Duque dice a Nidia que ella ha perdido su fortuna y rango social; y también  le informa que muy pronto se casará con una hermosa mujer. El Duque sale de la Enfermería.

   Milun dice a Columbio que siendo miembro de la Corte no debió visitar una taberna sin la apropiada seguridad. Columbio se ríe y dice que es una larga historia y que está en deuda con él y podría recomendarlo con Daugherty y se le asigne una mejor posición. Milun dice que él no necesita de su ayuda. Columbio dice a Milun que se le ha ocurrido una mejor idea. Milun lo observa sorprendido.

   En la lavandería, Alysse acomoda una pila de sábanas y la derriba por accidente. La Señorita Pía se acerca y le pregunta si se siente mejor. Alysse prefiere no decir nada a la Señorita Pía sobre la amenaza del Duque; pero le informa que ella ha descubierto que Yllia fue quien dañó sus vestidos. La Señorita Pía la mira sorprendida. Alysse dice que Yllia también la hizo tropezar sobre la Señora Britta tratando de ridiculizarla frente a la Reina. La Señorita Pía pide a Alysse que ignore a Yllia, y promete conversar seriamente con ella.

   En un pasillo, Columbio se acerca al Capitán Daugherty y le dice que después del extraño incidente en la taberna, ha decidido contar con su propia seguridad. Daugherty sonríe y dice a Columbio que por fin está actuando con sensatez, y le proporcionará dos de sus mejores soldados. Columbio dice que prefiere la ayuda de alguien nuevo, como Milun. El Capitán Daugherty lo mira sorprendido.

      Desde la Torre, Milun observa la actividad en el patio inferior. El Capitán Jasper se acerca y le dice que él debe ser nuevo. Milun se presenta a sí mismo. El Capitán dice a Milun que él es el líder de los soldados rojos y siente lástima por él desde ya que forma parte del equipo equivocado. Milun se ríe y le dice que está orgulloso de pertenecer a los soldados azules, la cual es la primera institución al servicio del Rey. El Capitán Jasper dice a Milun que a pesar que los soldados rojos pertenecen al clero ahora, su existencia se remonta a tiempos bastante pasados. El Capitán Jasper se retira.

   En el Salón de Juegos, la Reina Beatriz y Britta juegan una partida de cartas. La Reina parece aún preocupada por su conversación con el Monseñor. La Reina pregunta a Britta si en la historia de Frezzia hubo alguna Reina que no haya podido tener hijos. Britta dice que hace muchos años  existió una reina que a pesar de tratar varias veces jamás logró concebir un hijo y el Rey siempre la culpó de eso. Y luego el Rey decidió tener hijos con otras mujeres y la reina tuvo una vida muy infeliz.
 La Reina baja la mirada. Britta le pide que no esté triste, es normal que los hombres tengan otras mujeres especialmente si se trata de un rey. Britta le pregunta si ella está preocupada por el Rey Aidan.
 La Reina dice que el Rey la ama, pero por alguna razón él siempre evita conversar acerca de sus padres. Britta dice que a veces no es bueno desenterrar el pasado; por ejemplo ella odia hablar de sus anteriores esposos. La Reina sonríe.

   En un pasillo, Yllia barre el piso. Alysse se acerca y le dice que destruir sus vestidos son señales de debilidad y desesperación. Yllia sonríe y dice que se dio cuenta que todos sus vestidos eran bastante caros. Alysse dice que la Reina fue muy amable con ella ya que ella sabe en quien puede confiar. Yllia se enfada y pide a Alysse que regrese a Bordania, donde ella pertenece; luego Yllia sonríe y dice que ella se pregunta por qué la mayoría de su gente fue asesinada. Yllia se marcha. Alysse permanece calmada, y dice que casarse con el Duque no es una mala idea, después de todo.

   Columbio se acerca a Milun y le informa que el Capitán Daugherty ha aceptado su pedido, y ahora, él está a cargo de su seguridad. Milun lo observa sorprendido. Milun dice a Columbio que es un honor trabajar bajo sus órdenes. Columbio dice a Milun que lo que él vio en la taberna es prueba suficiente de sus habilidades. Milun sonríe.

   En las recámaras de la Reina, Alysse ingresa y dice a la Reina que ella tiene algo importante que confesar. La Reina la mira sorprendida. Alysse dice a la Reina que Yllia cortó todos los vestidos que ella le obsequió. La Reina dice que Yllia ha hecho algo terrible. Alysse dice que Yllia tuvo la osadía de admitirlo. La Reina le pregunta si ella desea que Yllia sea castigada. Alysse la mira sorprendida.

   Columbio permite el ingreso a Milun a la Cámara del Consejo Real y le indica que éste es el lugar donde el Rey y los miembros de la Corte se reúnen. Milun mira para todos lados y felicita a Columbio por la decoración. Milun fija su mirada en la pintura del Duque en la pared y aprieta los puños. Columbio sigue la mirada de Milun.
   “Este es el Duque de la Motte”.
   “Ya lo sé”, responde Milun.
   “¿Lo conoces de algún lado?”, pregunta Columbio.
 Milun permanece en silencio.

   Alysse responde a la Reina que prefiere resolver sus diferencias con Yllia de otra manera. La Reina dice a Alysse que ella es muy bondadosa. La Señorita Pía ingresa y comunica a la Reina que sus amigas ya han llegado. Las Damas Felicia, Eugenia y Clara entran y saludan a la Reina. Alysse dice que traerá algunas bebidas.

   En la Cámara del Consejo Real, Milun sonríe negando con la cabeza.
   “Es mejor que usted no sepa nada”.
   “Sin embargo, me interesaría mucho oír la razón por la cual su retrato causa tanto disgusto en ti”, responde Columbio.
   “Este miserable trató de matar a la mujer que amo. Y es esa la razón por la que estoy aquí”.
 Columbio no parece sorprendido en absoluto.
   “Hace mucho tiempo descubrí que el Duque no tiene escrúpulos”.
 Milun lo mira sorprendido.
   “Por lo visto tenemos algo en común, después de todo. ¿Podemos continuar en un lugar más apropiado?”, pregunta Columbio.
 Milun asiente con la cabeza.

   En el pasillo, el Duque se acerca a Alysse y le entrega un ramo de rosas. Alysse recibe las flores y agradece al Duque. El Duque dice a Alysse que le agrada ver su cambio de actitud hacia él. Alysse dice al Duque que debe marcharse. El Duque sonríe y dice a Alysse que pronto anunciará su compromiso. Alysse lo mira sorprendida. El Duque agarra a Alysse por las caderas y la besa.

   Columbio lleva a Milun a su Despacho.
   “El Duque es un hombre muy poderoso. ¿Sabe él de tu presencia en el Palacio?”
   “No he tenido oportunidad de encontrar cara a cara a ese cobarde. Después que partí hacia la guerra, el muy cínico usó su poder para asegurar la mano de la mujer que amo”.
   “Ahora recuerdo que el Duque mencionó sobre unos planes de matrimonio”, añade Columbio.
   “Ella decidió romper el compromiso, y en venganza el Duque la golpeó hasta hacerle perder el conocimiento”.
   “¿Crees que es posible entrevistarme con esa muchacha?”.
   “Ella aún se encuentra en la Enfermería. Su hogar fue incendiado, y su padre resultó gravemente herido”.
 Columbio se da cuenta que sus sospechas acerca del Duque eran correctas.

   Britta lee un libro en su habitación. Yllia ingresa y le dice que las damas de la Reina ya llegaron. Britta dice que ella no soporta a ninguna de ellas. Yllia baja la mirada. Britta le pregunta si le ocurre algo malo. Yllia dice que está teniendo algunos problemas con Alysse. Britta dice que Alysse es una criada muy torpe. Yllia dice que Alysse está enamorada de uno de los cocineros y está celosa de ella. Britta, sorprendida, dice que vio a Alysse besando al Duque el otro día. Yllia la mira sorprendida.

   Columbio dice a Milun que no está sorprendido en absoluto con los actos del Duque; lo mismo le ocurrió a una familia de campesinos donde muchos de ellos fueron quemados dentro de sus viviendas. Milun lo mira sorprendido. Columbio dice que ha llegado la hora de detener al Duque. Milun se ríe y le dice que él trató de acusarlo con las autoridades y nadie le hizo caso. Columbio dice que es necesario que esa muchacha declare en contra del Duque, ya que su palabra sería la evidencia que ellos necesitan. Milun dice a Columbio que Nidia y su padre temen que el Duque tome represalias en contra de ellos. Columbio dice a Milun que él debe convencerlos y llevarlos al Ayuntamiento. Columbio entrega a Milun una medalla de oro.
   “Guárdala. Sólo muéstrala si es necesario”.
 Milun asiente con la cabeza.
   “Enviaré seguridad a la Enfermería. Pasaré a verte mañana”, agrega Columbio.

   En la cocina, Yllia se acerca a Miccael y le pregunta si él todavía le guarda rencor por lo ocurrido. Miccael le dice que él no la odia; solamente siente repugnancia de ella. Yllia se ríe y dice a Miccael que él necesita saber que Alysse no es la niña inocente que todo el mundo cree. Miccael le pide a Yllia que se marche. Yllia dice que Alysse y el Duque de la Motte están comprometidos. Miccael la mira sorprendido.

   En los apartamentos del Monseñor, el Monseñor escribe en un escritorio de cilindro. Columbio ingresa.
   “Su Eminencia, lamento interrumpir. Tengo pruebas contundentes que demuestran los crímenes del Duque”.
 El Monseñor deja caer la pluma y observa detenidamente a Columbio.
   “Se trata de una muchacha de la aldea. El Duque casi la mata”.
   “Estoy seguro que todo esto es un error”. El Monseñor se levanta.
   “Esta muchacha, la hija del panadero, está dispuesta a declarar. Ella y su padre fueron llevados a la Enfermería después que su hogar fue destruido por un incendio”.
 El Monseñor toma su pluma.
   “Organizaré una audiencia para ellos. No hables de esto con nadie”.
 Columbio asiente con la cabeza. El Monseñor sonríe.

   En uno de los pasillos, Miccael se acerca a Alysse. Miccael le pregunta si es verdad que ella se ha comprometido con el Duque. Alysse lo mira, sorprendida.

   En la Enfermería, Milun informa a Nidia que él logró conocer a uno de los miembros de la Corte Real, quien está dispuesto a ayudarlos en contra del Duque. Nidia pregunta a Milun si cree que este Caballero sea de confianza. Milun dice que el Duque ha cometido otros crímenes y pide a Nidia que testifique en contra del Duque. Nidia se niega; no quiere estar involucrada en alguna acusación. Milun muestra a Nidia la medalla que Columbio le dio y le dice que el Duque es un hombre muy peligroso, y con su testimonio, podrían detenerlo. Nidia dice que todo fue culpa de ella por mentir al Duque, y ella prefiere olvidar todo y empezar una vida nueva. Milun dice a Nidia que él respeta su decisión; pero el Amo Columbio les ha asignado protección. Nidia dice a Milun que ella está harta de todo esto y pide a Milun que se marche. Milun se molesta y sale de la habitación. Nidia observa con atención a la resplandeciente medalla sobre la cama de Erasmo.

   En su habitación, el Duque juega con unos soldaditos de plomo sobre una mesa de caballete. El Monseñor ingresa. Él observa al Duque con una expresión de enojo.
   “¿Una reunión a esta hora?”, pregunta el Duque.
 El Monseñor patea la mesa y los juguetes caen al piso.
   “Esto es inconcebible”.
   “Lo que es inconcebible es tu relación con las mujeres”, responde el Monseñor.
 El Duque lo mira detenidamente.
   “Columbio está solicitando una audiencia para el panadero y su hija. Te acusan de querer asesinarlos”.
 El Duque se frota las manos.
   “Y eso qué importa; nadie les creerá. Columbio está perdiendo su tiempo”.
 El Monseñor abofetea el rostro del Duque.
   “Pero, ¿cómo se atreve…?”. El Duque mira al Monseñor con mirada desafiante.
   “Debemos hacernos cargo de ella y de su padre, inmediatamente”.
   “Prefiero no opinar. Haga lo que guste con ellos”.
   “No hay otra opción”.
   “Entonces, ¿nuestros hombres les harán mucho daño?”
 El Monseñor recoge un soldadito de plomo del piso y lo mira con atención.
   “El tan sólo existir ya es daño suficiente”.
 El Duque baja la mirada.

   En uno de los pasillos, Alysse dice a Miccael que ella no tiene nada que explicarle. Miccael dice a Alysse que él reconoce haber cometido un error, pero lo que ella está haciendo es peor. Alysse dice a Miccael que ella ha tomado una decisión y no le importa lo que él piense. Miccael le dice que parece que a ella sólo le interesa el poder y la riqueza. Alysse se marcha.

   En las recámaras de la Reina, Britta ingresa. La Reina le pregunta por qué no vino hace rato. Britta dice que ella está tratando de evitar a sus damas ya que al parecer no simpatizan con ella. La Reina le dice que no es cierto. Britta sonríe y pregunta a la Reina si ella sabía de la rivalidad entre Yllia y Alysse a causa de uno de los cocineros. La Reina dice que ella no sabía nada al respecto. Britta pregunta a la Reina si ella cree que Alysse hará feliz al Duque. La Reina la mira sorprendida.

   Comienza una fuerte tormenta. En la Enfermería, Nidia cubre a su padre con una manta de lana. Erasmo acaricia la cara de Nidia.
   “Un sacerdote me dijo que estuviste acompañada esta tarde”.
   “Milun estuvo aquí. Me pidió que…”
 Erasmo la interrumpe.
   “He sido muy duro con Milun”.
 Nidia sonríe y acaricia la cara de Erasmo.
   “Sé que sólo quieres lo mejor para mí”.
   “Cometí un error. Nadie tiene el derecho de amenazarte”, responde Erasmo.
 Ellos escuchan los gritos de una enferma, seguido por el sonido de vidrios rotos.
 Nidia mira entre las cortinas y observa a dos hombres encapuchados apuñalar a una enfermera. Nidia, asustada, le dice a su padre que deben escapar.
   “Busca a Milun. Ellos no me harán daño”, dice Erasmo.
   “No me iré sin ti”.
 Erasmo promete a Nidia que él estará bien. Nidia abre una ventana y salta. Cuatro hombres encapuchados ingresan a la habitación y desenvainan sus espadas.
   “¿Dónde está la muchacha?”, pregunta uno de ellos.
 Erasmo se levanta de la cama.
   “Deja en paz a mi hija”, grita Erasmo.
 Uno de los hombres se acerca a Erasmo y corta la garganta de Erasmo. Erasmo cae mientras su sangre se extiende por el piso.

   En las recámaras de la Reina, Alysse sirve una taza de té a la Reina. Alysse cierra las cortinas y dice que espera que la tormenta no cause daños. La Reina pregunta a Alysse por qué no le ha mencionado nada acerca de su compromiso con el Duque. Alysse la mira sorprendida.

   En el Castillo del General Riot, Laura está a punto de dar a luz. Una partera y dos criadas están a cargo de ella. En la sala de visitas, el General Riot oye los gritos de Laura. Arturo llega y dice a Riot que todo saldrá bien.

   En su barco, Milun no puede dormir a causa de la tormenta. Milun oye los gritos de Nidia procedentes de la cubierta. Bajo la lluvia, Milun abraza a Nidia mientras ella solloza.
   “Me persiguen unos hombres. ¡Quieren matarme!”
   “Lo sabía. Ocúltate en la cabina”.
 Milun levanta el ancla.
   “No podemos marcharnos sin mi padre”.
 Los encapuchados los rodean mientras que desenvainan sus espadas. Nidia grita y Milun también desenvaina su espada.
   “Date prisa, hazte cargo del timón”, grita Milun.
 Milun lucha contra los hombres y esquiva el ataque.
   “¿Esto es todo lo que saben hacer?” ¡Bastardos!

   Alysse responde a la Reina que el Duque ha decidido anunciar su compromiso durante una ceremonia. La Reina felicita a Alysse y le dice que será parte de la familia. Alysse trata de sonreír. La reina le pregunta qué ocurrió con el muchacho que la estaba cortejando. Alysse dice que se dio cuenta que necesitaba un hombre maduro como el Duque.

   Nidia dirige el timón, pero la tormenta desvía al barco en dirección hacia otra embarcación.
   “No puedo controlarlo”, grita Nidia.
   “Gira a la derecha”, responde Milun
 Uno de los encapuchados se acerca a Nidia. Milun lanza su espada y atraviesa la garganta del hombre. Los otros hombres al darse cuenta del inevitable accidente saltan al mar. El barco de Milun choca con otro, y Nidia cae del barco.

   En sus recámaras, la Reina  se encuentra recostada en su cama al lado del Rey. La Reina se acerca y toca su pecho. El Rey le dice que él está cansado y debe asistir a una reunión, mañana temprano. La Reina decide no insistirle y llora a escondidas.

   En su habitación, Alysse dice que ella no tiene otra opción más que continuar con el chantaje del Duque.

   En el mar, Nidia trata de nadar contra la corriente.
   “¡Auxilio!”, grita ella, desesperada.
 Milun salta al agua y nada hacia donde está Nidia.
   “¡Resiste…!”, le grita.
 Milun sostiene la mano de Nidia. El barco de Milun se da vuelta y cae sobre ellos.

   Laura grita y escucha el llanto de un bebé. La partera sostiene al recién nacido.
   “Es un varón”, dice ella.
 Laura sonríe. Riot y Arturo ingresan y ven que ya ha nacido el bebé.
   “Es nuestro hijo”, solloza Laura.
 Riot sostiene al bebé.
   “Mi hijo… mi amado hijo”.
 Arturo sonríe. Él se siente muy feliz por su hermano.

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