jueves, 21 de septiembre de 2017

DESPACHO SICOLÓGICO INFANTIL / Eduardo BASTERREIX



Todo el mundo se cree con derecho a la felicidad, por eso quiere brindársela también a sus hijos; pero ¿en qué consiste? ¿Es ella transferible?

Para muchos, felicidad es sinónimo de posesión, de acumular todos los bienes materiales que se pueda; por eso les preocupa bastante la satisfacción de las necesidades concretas de sus vástagos, cosa que cuando excede la medida, de lo normal, es correcta.

Pero es conveniente hacerle comprender gradualmente al pequeño que las cosas tangibles, tan necesarias por cierto, sólo producen cierto estado de complacencia, de contento. En vez de ello, la felicidad –la verdadera—pertenece a otro plano; al del espíritu, al de los valores trascendentes.

Lo substancial es perecedero; lo espiritual inmanente. Lo primero, puede otorgarse; lo segundo no, porque está dentro de cada uno. Lo tangible es exterior; lo invisible íntimo. Por eso es interesante hacerle reflexionar al niño sobre la fundamental diferencia de dichos valores, para que su entendimiento llegue, poco a poco, a percibir que la felicidad es en verdad UN ESTADO DE CONCIENCIA. Quien sienta paz interior, comprensión, alegría, sencillez de alma, deseos de servir, moderación, estará más cerca de hallarla que quien  esté “saturado” de cosas materiales y carezca de aquellos dones. Esto no significa negar los valores materiales, sino valorarlos en su justa medida.

El pensar sobre estas diferencias y los verdaderos valores de la vida, ayudarán al niño a encontrar su verdadera dicha. El niño debe comprender que la misma  vida no es estática sino que debe mantenerse constantemente por el esfuerzo consciente de la propia superación. Hagámosle ver a nuestros hijos que la felicidad consiste ante todo “EN DAR, ANTES QUE RECIBIR”. Como dijera el gran San Francisco: “Busca más el brindar felicidad que en obtenerla”.

Es una “llama” que debe ser “avivada”. Tal es el sentido de la verdadera felicidad que todos anhelamos para nuestros niños.

DE MI ÁLBUM
(Jordanien)





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