Poco antes de morir, Albert Einstein dijo de Niels Bohr: “Si
no hubiera sido por él nadie sabría hoy lo que sabemos del átomo”.
Fue este físico danés quien levantó el telón de la Era
Nuclear, perspectiva de desesperación para algunos pero de optimismo y
esperanza para la mayoría. En el interregno estuvo en muchos lugares e hizo
muchas cosas extraordinarias.
Después de una brillante carrera estudiantil en la
universidad de Copenhague, le fue otorgada la Medalla de Oro de la Real
Academia de Ciencias cuando sólo contaba 22 años de edad.
Antes de la Primera Guerra Mundial pasó gran parte de su
tiempo en Inglaterra, trabajando con los famosos J. J. Thompson y Lord
Rutherford. En 1913 dio forma final a una nueva teoría de “onda” o impulso de
la estructura atómica, teoría que hoy los físicos llaman “quantum”. Fue así
verdadero precursor en la explicación del comportamiento del núcleo atómico.
Comenzó con el núcleo del átomo del hidrógeno, átomo que
se pensó que era el “más elemental” de todos los elementos. Este concepto
condujo directamente a las bombas atómicas y de hidrógeno lo cual suena muy
aterrador.
En realidad, hoy día son muchos los científicos y
estadistas que confían en las armas atómicas pongan punto final a las grandes
guerras y en que la energía nuclear resulte ser la bendición más grande que las
ciencias han impartido jamás a la humanidad. Algunos, desde luego, temen aún de
que resulte, al fin y al cabo, una gran maldición.
En 1922, cuando sólo contaba 37 años de edad, Bohr ganó
el Premio Nobel por su teoría de la estructura atómica. Fue nombrado
catedrático de la Universidad de Copenhague y pasó luego a la dirección del
Instituto Danés de Física Teórica, posición que desempeñó durante 17 años. En
1939 trabajó en la Universidad norteamericana de Princeton, en asociación con
Einstein.
Cuando Dinamarca fue invadida por los nazis, no fue al
principio molestado pese a que su madre era de origen judío. Sin embargo, en
1943 se enteró de que él y su familia iban a ser arrestados y huyó a Suecia
pasando después a Inglaterra y los Estados Unidos.
En ese país trabajó en Los Álamos en “la bomba”. Se
impresionó profundamente con sus implicaciones políticas y habló tanto con
Winston Churchill como con el presidente Roosevelt con la esperanza de convencerlos
de evitar una competencia de armas nucleares estableciendo un centro
internacional de control en cooperación con todas las naciones. Pero ambas
entrevistas resultaron infructuosas.
Niels Bohr-Albert Einstein-by Ehrenfest
DE MI ÁLBUM
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