LA HISTOLOGÍA
no es una ciencia por sí sola; es rama muy importante de las ciencias médicas.
La histología es la parte de la anatomía que trata de las más pequeñas
estructuras, composición y funciones de los tejidos. En la medicina moderna es
división fundamental de la anatomía.
Aunque vivió muy pocos años, François Bichat
(1771-1803) llegó a ser anatómico y fisiólogo célebre y el verdadero fundador
de la ciencia anatómica llamada histología.
Bichat era hijo de un médico; nació en Francia,
muy cerca de la frontera alemana. Estudió medicina bajo los auspicios de un
médico famoso del centro de Francia, el Dr. Petit de Lyón. Después se trasladó
a París donde trabajó con otro médico famoso, el Dr. Desault. Él se dio cuenta
de la gran capacidad de Bichat y no sólo lo alentó sino que se encargó de
propagar su fama por todo París.
Aunque ya era víctima de la tuberculosis,
Bichat se hizo bien conocido por sus conferencias sobre anatomía, fisiología y
cirugía.
Bichat es hoy conocido de todos los
estudiantes como el fundador de la histología o estudio de la “anatomía
mínima”. En su tiempo los médicos e investigadores no contaban con microscopios
adecuados a este tipo de estudios, más con lo que tuvo a su disposición hizo
grandes progresos en las investigaciones de estas estructuras microscópicas.
Como consecuencia de sus trabajos con
membranas y tejidos, tanto normales como patológicos, llegó a la conclusión de
que el proceso en virtud del cual se
desarrolla la vida es en el fondo contrario y antagónico del proceso de los
cambios inorgánicos. Esto es la función de la vida –o funciones
inorgánicas—estriba esencialmente en “combatir la muerte”.
A este punto de vista romántico y
anticientífico se le dio el nombre de “vitalismo” y hoy no se cree en él. Sin
embargo, las contribuciones de Bichat a las ciencias fueron positivas y reales.
Comprobó después que la materia orgánica
obedece a las mismas leyes de la naturaleza que gobiernan la materia
inorgánica. No son opuestas en ningún sentido. Son, en efecto, formas distintas
de las mismas cosas. La vida es mucho más complicada de lo que podría
explicarse por medio del “vitalismo”.
Aún así, los trabajos de Bichat en anatomía
mínima, o histología, condujeron directamente al descubrimiento y elaboración
del concepto fisiológico y anatómico de las células humanas. No mucho después
de la muerte de Bichat se descubrió la estructura celular de las cosas
vivientes.
Sus trabajos constituyen un ejemplo más –la
historia de las ciencias está llena de casos similares—de la derivación de
conclusiones erróneas de un nuevo cuadro de circunstancias y comprensiones. Los
trabajos de Bichat fueron hito importante en la ruta del progreso médico, mas
esa ruta no condujo al lugar que Bichat pensó que conduciría.
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