Marc Brunel,
el famoso constructor del túnel bajo el Támesis, nació en Francia y vivió parte
de su vida en Nueva York. Pero fue en Inglaterra donde su ingenio de ingeniero
se hizo mayormente manifiesto. Su hijo, Isambard Brunel, llegó a ser uno de los
ingenieros ingleses más famosos del siglo XIX.
Marc nació en Normandía en 1769, hijo del
jefe de correos local. Sus padres habían pensado en que se dedicara al
sacerdocio mas su habilidad con herramientas y diseños les hicieron cambiar de
parecer. Brunel ingresó a la armada francesa, pero durante la revolución se
trasladó a vivir en los Estados Unidos.
Se dedicó a trabajar como ingeniero y
arquitecto, realizando grandes obras, entre ellas la proyección del canal que
une el río Hudson con el lago Champlain, en el norte del estado de Nueva York.
Sus planes para un nuevo capitolio en
Washington fueron aceptados oficialmente, pero no fueron utilizados porque el
gobierno creyó que su erección resultaría demasiado costoso. Durante un tiempo
fue ingeniero jefe de la ciudad de New
York.
Brunel regresó a Inglaterra para casarse con
una joven a la cual había conocido antes de la Revolución Francesa. Estando
allí inventó un método mecánico para fabricar los bloques que se usaban para
arbolar las naves de velas. Tantos bloques de estos se usaban en la armada británica
que se calcula que el invento de Brunel economizó al gobierno británico unos $
800.000 por año. Brunel fue recompensado con una subvención de $ 85,000 que
posteriormente fue aumentada con otros $ 25.000.
Brunel hizo otros inventos, entre ellos una
máquina de coser, una para hacer calzado, máquinas impresoras y sierras
mecánicas. Pero su gran obra fue el túnel bajo el Támesis iniciado en la década
de 1830.
Fue el primero en emplear una “coraza”; una
pared protectora movediza que se desplazaba por delante de los obreros que iban
revistiendo de ladrillos las paredes interiores del túnel. Aún en nuestros días
su túnel es utilizado por ciertas empresas ferroviarias.
Su hijo, Isambard, nacido en 1806, trabajó
con su padre en el túnel, pero sus trabajos más importantes fueron puentes de
suspensión y de otros tipos y muelles y malecones en relación con la enorme
expansión de las vías ferroviarias que tuvo lugar en su tiempo.
Sin embargo, su mayor fama se debe a la
construcción del “Great Western”, una nave de 336 pies de eslora y un
desplazamiento de 2,300 toneladas. Tenía 28 pies de más de eslora de todos los
barcos construidos con anterioridad; pero lo más importante es que redujo en
dos semanas el tiempo de travesía entre Inglaterra y Nueva York.
Después construyó el “Great Britain”, el
primer gran barco con “forro” doble
diseñado por Brunel. Se suponía que este doble forro evitaría el hundimiento de
la nave en caso de mal tiempo o accidente.
Brunel murió de un derrame cerebral en 1859,
durante el viaje inicial de prueba del “Great Eastern” y sólo diez años después
de la muerte de su padre.
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