domingo, 9 de octubre de 2016

VIDRIOS DE AMOR. SONETO

VIDRIOS DE AMOR

A grandes pasos estoy lejos de ti.
Yo amaba la soledad
            Hoy es mía toda la soledad.

Como una cruz en mitad de una pampa
            Soledad de los fuertes
            y de los miserables
porque lo grande sólo admite extremos.

Pero un día gran Juventud que sonríes
en el balcón de mis labios he sentido
            cansancio.

Qué ardua es la tarea de vivir
y me he acercado a ti
            con los brazos caídos.

Ay,
 y tus ojos se hicieron mares de distancia.

Ya sé que he de ser siempre como una luz lejana
Y que ya no temblarán tus entrañas
            cuando sientas mis pasos.

Por eso me refugio en ti
SOLEDAD  madre de los fuertes
            Y por última vez digo este canto.

                   Anónimo


SONETO

            Pasó ya la estación de los amores
 la edad de los sueños placentera;
pasó la deliciosa primavera
y con ella los frutos a las flores.

            Pasarán de la suerte los favores
y de la vida la gentil quimera,
como pasan cruzando por la esfera
relámpagos de fuego brilladores.

            También pasaron los instantes puros
en que el alma a sus dichas no halló tasa,
ni halló para su afán diques ni muros.

            ¡Todo al cabo pasó! Sólo no pasa
una moneda falsa de dos duros
que tengo hace tres meses en mi casa.


                 Manuel del Palacio.

DE MI ÁLBUM


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